Descubriendo Alfilorios, a los pies de la Sierra del Aramo | Mochila de Cromo

A los pies de la Sierra del Aramo se levanta uno de los conjuntos más bonitos de toda la Montaña Central asturiana: el entorno del embalse de Alfilorios. Desde aquí podemos encontrar tanto rutas para toda la familia, pueblos con encanto y hasta torreones llenos de historia. ¿Nos vamos a explorar? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Uno de los secretos mejor guardados de la Montaña Central se encuentra a los pies de la siempre mágica Sierra del Aramo. Conocida por ser habitual en la Vuelta Ciclista España, esta sierra situada en la zona central asturiana sirve como frontera entre la capital del Principado, Oviedo, y los territorios de las Ubiñas, con la cuenca del Caudal a un lado, y los valles oseros, como Quirós, al otro.

Desde la cara norte podemos encontrar una de las zonas menos conocidas del Principado. Un lugar de exuberante belleza donde destaca la presencia del embalse de Alfilorios, el cual abastece de agua a la ciudad de Oviedo y su entorno. Áreas recreativas, paisajes de ensueño, torreones medievales y rutas para toda la familia te esperan a los pies del Aramo. ¡Vamos a descubrirlo juntos!

Alfilorios, una obra imprescindible para el área central

Inaugurada en 1990, este embalse supuso un avance extraordinario en el abastecimiento de agua potable en la zona central de Asturias. A pesar de lo que pueda parecer, el embalse ha servido, y sirve, como reclamo turístico en la zona así como un hábitat ideal para la fauna y flora característica de ribera.

Integrado en el entorno, los reflejos de la Sierra del Aramo en el agua de Alfilorios confieren a este paisaje una belleza sobrenatural. Además, siguiendo la carretera MO-5 (sin pérdida alguna), nos toparemos con un área recreativa que, si bien no tiene un embarcadero (lo cuál haría que este lugar fuese de postal) sí que cuenta con unas mesas tipo merendero donde descansar y disfrutar de la naturaleza. Justo al lado, y siempre con precaución, podemos bajar hasta la orilla del embalse y ver, en todo su esplendor, lo que la zona nos ofrece. Aunque den ganas de darse un chapuzón, sólo está permitido el uso recreativo con embarcaciones tipo piragua así como la pesca.

Torreón de Peñerudes, vigía del Aramo

Uno de los puntos más desconocidos en el entorno del embalse de Alfilorios es, sin duda, el Torreón de Peñerudes. Esta torre, de la Alta Edad Media (siglo XII) no se conserva en su totalidad pero eso le hace tener un especial halo de misticismo y magia.

Podemos dejar nuestro vehículo en el entorno de las canchas deportivas del pueblo de Peñerudes y, desde ahí, siguiendo un cartel indicativo, comenzar un suave ascenso por la ladera de la montaña, con panorámicas de infarto hacia el norte y el este. Desde aquí es posible contemplar Oviedo y, si el día acompaña, observar el mar Cantábrico al fondo. Aunque la subida tiene zonas con barandilla, no es para nada una senda o camino peligroso. La recompensa nos espera en lo alto del montículo.

A nuestra espalda, imponente, se encuentra el torreón. Utilizado como punto de vigía y de defensa, de planta cuadra, sus diecisiete metros de altura hacen que sea un icono por si mismo. Su origen incierto, posiblemente romano, vio como gracias al rey Ordoño I se reformó toda su planta.

Estaba relacionado con el Coto de San Pedro de Peñerudes, que hasta el siglo XIX se consideraba un territorio independiente de Morcín. Con la disolución del régimen señorial, en 1827 el Coto de Peñerudes se incorpora a lo que hoy conocemos como el concejo de Morcín.

Pedroveya, representación de la Asturias rural

Si continuamos por la carretera MO-5 nos toparemos, sin salida, con el precioso pueblo de Pedroveya. Conocido por sus hórreos, es uno de los pueblos con el mayor y mejor conservado patrimonio arquitectónico rural de Asturias. Además, cada fin de semana, es visitado por decenas y decenas de senderistas ya que es esta población es el punto final de la conocida Ruta de las Xanas, que comienza en el vecino concejo de Santo Adriano, en plenos valles oseros.

Quienes visiten el pueblo no podrán dejar de disfrutar de unas buenas viandas en el restaurante de la zona, disfrutando de la auténtica cocina asturiana. No te vayas sin acercarte hasta la iglesia de San Antonio (si haces la Senda de las Xanas es paso obligatorio) ya que, aquí, encontrarás uno de los tejos más bonitos de la zona. Este árbol, venerado por los celtas, tiene una altura de más de tres metros, siendo visible desde la distancia.

Como veis, el entorno del embalse de Alfilorios tiene muchísimas posibilidades para disfrutar de un día de naturaleza y descanso rodeados de bosques autóctonos y vestigios medievales que hacen, de este, un lugar mágico.

¿Conocías esta zona a caballo entre los concejos de Morcín y Quirós? ¿Habéis realizado la ruta por el Desfiladero de las Xanas? Cuéntanoslo en el apartado Comentarios.

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