El Desfiladero de La Hermida, el más largo de toda España, no sólo es una carretera perfecta para los amantes de las curvas, las motos y la conducción sino que, también, es una zona con paredes de caliza vertiginosas y una naturaleza exuberante que te dejará sin palabras. ¿No me crees? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Sin duda, una de las joyas escondidas en Cantabria es el Desfiladero de la Hermida. Frontera natural entre los Picos de Europa y los cercanos valles pasiegos, es una vía perfecta para quienes buscan un entorno natural increíble, relax, descanso y turismo activo. Además, la rica oferta cultural y gastronómica, así como actividades para todo tipo de públicos, incluyendo familias, hacen que este rincón cántabro se convierta en un imprescindible para tu próxima escapada. Vamos a conocerlo a fondo.

Bejes, a los pies de los Picos de Europa

Haciendo frontera con Asturias, nos encontramos el idílico pueblo de Bejes. Parece que aquí el tiempo se ha detenido, que no pasan las horas y que todo va más tranquilo; la huerta se cuida con cariño y los potajes se hacen con esmero. Es, sin duda, un remanso de paz y descanso donde, los más aventureros, pueden subir hasta el Casetón de Ándara, refugio de alta montaña ya en el macizo oriental de Picos de Europa, con vistas espectaculares pero, también, siendo necesario un buen conocimiento de la montaña y una adecuada preparación física.

Si deseas un plan más tranquilo, para toda la familia, te animo a que degustes el queso Picón, que tiene el sello Denominación de Origen. Típico de la zona, te sorprenderá su profundo sabor y te recordará a otros quesos azules cercanos como el Cabrales. En el pueblo encontrarás varias queserías que ofrecen degustaciones y catas. ¡Recuerda apoyar al comercio local!

Senda mitológica del monte Horzaco

Desde el propio pueblo de La Hermida parte una carretera, estrecha pero sin ningún peligro, hacia los pueblos de Linares y Piñeres. Pues bien, una vez llegados a Piñeres encontrarás una pista forestal en buen estado que baja hacia la derecha. Debes dejar aquí tu vehículo y comenzar la conocida Senda Mitológica del monte Horzaco.

Aunque el comienzo es algo fuerte, con una pronunciada pero corta pendiente, siempre te puedes parar a contemplar las diferentes tallas de madera donde se muestra la mitología popular cántabra, muy parecida a la leonesa y asturiana. Es ideal para niños, ya que no tiene ningún tipo de dificultad. El propio bosque, caducifolio cantábrico, cuenta con ejemplares de robles, avellanos y castaños que, en los meses fríos, adquieren unas tonalidades únicas.

Si bien nosotros no pudimos completarla porque nos pilló la tormenta, es un plan perfecto para una tarde de verano u otoño. Además, terminarla tiene premio…

Mirador de Santa Catalina

…¡como este! Una vez finalizada la senda mitológica puedes acercarte a contemplar los vertiginosos acantilados que forman el Desfiladero de La Hermida, así como todo el macizo oriental de los Picos de Europa, donde las cumbres de Ándara parecen abrazarnos. No nos hace falta ir a Alpes para disfrutar de naturaleza en estado puro, ¿no creéis?

Abajo, el río Deva marca, como una bella arruga, la división entre los macizos. Los pueblecitos parecen casitas de cuento y a lo lejos podemos admirar los valles de Liébana, que también merecen una visita: el monasterio de Santo Toribio de Liébana, la icónica Potes o el funicular de Fuente Dé.

Torre de Linares

Ubicada en el pueblo del mismo nombre, de camino a la senda mitológica y mirador antes mencionados, cuenta con la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC). En perfecto estado de conservación ya que sufrió una rehabilitación en 2013, de estilo gótico, es visible desde la carretera.

Su posición privilegiada a todo el Desfiladero de La Hermida hizo que este torreón, de planta cuadrada y con nueve metros de altura, se convirtiese en un punto defensivo infranqueable. Hoy en día alberga la Oficina de Turismo y su visita es, sin duda, imprescindible.

Sensaciones termales en el Balneario de La Hermida

Y después de un duro día, disfrutando de los frondosos bosques de la comarca, así como de la gastronomía, arquitectura y pueblos con encanto, toca descansar el cuerpo y la mente. ¿Qué plan mejor que disfrutar de una sensación termal en el Balneario de La Hermida?

Ubicado junto a la carretera nacional, con una completa oferta de tratamientos termales, este hotel de cuatro estrellas rinde tributo al esplendor de los balnearios de antaño donde, sus aguas ricas en cloruros, permiten desconectar por completo. Os lo he contado todo en este post, no te lo pierdas.

Como veis, la zona del Desfiladero de La Hermida no es sólo una carretera encajonada entre las paredes calizas de las estibaciones de los Picos de Europa. Pueblos con historia, destilerías, queserías, conjuntos etnográficos, sendas tematizadas y un hotel-balneario centenario hacen que esta zona de Cantabria merezca una visita. ¿No crees que va siendo hora de organizar tu próxima escapada de fin de semana?

Si conoces algún sitio de la zona que no haya mencionado y quieres incluirlo, te animo a escribirme en el apartado Comentarios que encontrarás debajo.

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