Si buscas alojamiento en Vigo, te traigo mi reseña sobre el Hotel América que con su privilegiada situación permite exprimir la ciudad al máximo. ¿Quieres conocer más? ¿Buscas un buen alojamiento a precio razonable en la siempre moderna Vigo? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

¿De vuelta en Vigo?

Así es. Tenía que darle una segunda oportunidad. El año pasado no me llamó demasiado la atención y, la situación del hotel que había cogido, alejado totalmente del centro y siendo imprescindible el uso del coche, hizo que tuviera una muy mala primera impresión de esta ciudad gallega que, con el paso de los días, no mejoró. En cambio, esta vez, he ido con la mente abierta para enamorarme de esta ciudad portuaria y, tengo que reconocer, Vigo y yo mantenemos una bonita de amistad. ¿Cómo lo ha conseguido? Hemos tenido una celestina que ha sido el Hotel América.

Pues bien, este hotel se encuentra en pleno Paseo de la Alameda, en una zona muy tranquila (y llana) junto al Casco Vello de la ciudad (y sus preciosos rincones con encanto) así como junto a la terminal de ferrys (por si tienes pensado escaparte a las Islas Cíes o localidades cercanas haciendo uso del transbordador) así como la estación de tren Vigo Guixar.

Pero, vamos por partes, ¿qué tal las habitaciones?

Las habitaciones están acorde a las propias de un hotel de cuatro estrellas urbano. Con muchos detalles,  como un colgador de ropa o un minibar completo, he echado de menos una cafetera en las habitaciones (sé que las suites cuentan con un calentador de agua pero un detalle que me parece más que correcto y que es tendencia en los hoteles de máxima categoría es contar con una Nespresso con cápsulas de cortesía… atrás quedó la cafetera y el calentador con el paquetito de manzanilla y poleo menta).

La habitación, situada en la tercera planta, es amplia y luminosa, con vistas a la ría de Vigo (primer punto a favor, con una muy buena impresión). Cuenta con televisión de pantalla plana con canales de pago y suficientes enchufes para cargar todos los gadgets. Las camas son muy cómodas, y no escatiman en las almohadas ya que cuentan con una más suave y otra más firme.

El armario es amplio para dos personas aunque quizás para una habitación triple puede quedar justo. De todas formas, hay perchas suficientes, caja de seguridad, y hasta un pequeño zapatero en la parte inferior.

¿Y el baño?

Es amplio. Cuenta con una decoración sobria de colores claros con predominio del relajante verde. La ducha tiene presión suficiente y apenas debes esperar para que salga agua caliente. Las toallas son suaves y de calidad, aunque he echado de menos algún colgador más ya que, en principio que haya visto, solo hay uno. Aunque la habitación hubiese sido doble, uno de los dos debería dejar la toalla en otro sitio o en el suelo.

En cuanto a los amenities, en este caso, tienen variedad ya que te dejan tanto cepillo de dientes (uno, para tres personas… tampoco salen las cuentas) así como geles y champú, de calidad. Me sorprendió, ya que no lo había visto en otros hoteles, el hecho de que dispongan de toallitas desmaquillantes como cortesía (otro punto a favor). En cambio, aunque no fue necesario, la segunda noche nos dejaron un botecito de body-milk cosa que no se volvió a repetir el resto de noches.

En general, la habitación está extremadamente limpia, espaciosa y con una decoración elegante y sobria, siendo una habitación muy funcional con vistas idílicas a la ría. Punto negativo, ya que hay que ser sinceros, fue el hecho de que al día siguiente de volver de las Islas Cíes, el suelo de la habitación continuaba con arena por lo que, deduzco, esa mañana el servicio de limpieza no había pasado la escoba por nuestra habitación.

¿Y los desayunos?

Es uno de sus puntos fuertes, por tres motivos. El primero, la calidad de todos y cada uno de sus productos, existiendo una amplia variedad de pastelería, frutas recién cortadas y frescas, cocina caliente y demás. Aunque los huevos revueltos, bacon y demás no están en sala, la cocina está abierta por lo que solo necesitas comentárselo al personal para que te los hagan en el momento. Tienen variedad de panes, desde los más normales hasta de maíz o gallegos, mientras que cuenta con un amplio surtido de embutidos y fuente de quesos, así como huevos cocidos o queso en crema. Mención aparte merecen los zumos, sobretodo el recién exprimido de naranja, que continuamente reponen. Las mermeladas son de la marca Helios, en coquetos botecitos de cristal, y la mantequilla de la conocida Reny-Picot.

El segundo punto fuerte es, sin duda, la amabilidad y atención del personal. Como hormigas, no encuentras una mesa sucia en ningún momento y ni siquiera tienes que esperar a que repongan algo en sala. Te reciben siempre con una sonrisa y se preocupan para que tu desayuno sea tranquilo y lo disfrutes al máximo.

Como tercer punto, y no por ser el último tiene que ser peor, es su terraza. La sala de desayunos cuenta con una amplia terraza con vistas a la ría de Vigo. Es precioso estar desayunando con el ruido de las gaviotas de fondo, viendo como los más madrugadores cogen su transbordador para ir a las Islas Cíes y como Vigo, poco a poco, va despertando en otro soleado día.

Esta terraza, además, abre por las noches hasta la una de la madrugada como punto afterwork de la ciudad, con una variada carta de espirituosos y digestivos, a precios razonables dada su ubicación. En el entorno, además, encontraréis diferentes bares para comenzar, o terminar, la noche.

¿Y el trato del personal?

Excelente. Tanto en la sala de desayunos, como ya os comenté, así como en recepción. En concreto, quiero desde aquí felicitar a Begoña, de recepción, por el excelente trabajo que realiza. En todo momento nos ayudó con el tema parking (el hotel no cuenta con parking propio pero si convenio con otros aparcamientos de la zona a un precio reducido. En mi caso, se me olvió concretar que vendríamos en coche pero en la zona existen suficientes aparcamientos por lo que no hubo mayor problema) así como a la vuelta de O Porto ya que, dado que era un poco tarde, preguntamos por un lugar donde cenar y sus recomendaciones fueron estupendas. Cenamos genial y a buen precio.

¿Algo más que destacar?

Sí. Tanto en los pasillos como en la propia recepción, el Hotel América cuenta con un servicio de agua embotellada fresca (Agua de Cuevas, barriendo para nuestra tierrina) así como fruta, totalmente gratuito, como cortesía del establecimiento. Es una idea estupenda y que agradecí, sobretodo el día que llegamos de las Islas Cíes.

Con todo ello, y a pesar de algunas cosas que se pueden mejorar (no todo puede ser perfecto y soy consciente de ello), la estancia ha sido estupenda y totalmente recomendable. Después de mi anterior viaje a Vigo, que fue algo decepcionante, he de decir que gracias a este hotel, su ubicación, calidad, amabilidad y terraza, han hecho que vea con otros ojos a esta gran ciudad. Si vuelvo, cosa más que probable esta vez, ya sé donde volveré a hospedarme.

El precio por tres noches, habitación triple, en régimen de alojamiento y desayuno fue de 300€, con reserva en la plataforma Booking (os dejo un descuento del 15% en el enlace más abajo).

¿Conocías este hotel? ¿Has estado anteriormente en Vigo o en el entorno de las Rías Baixas? Te dejo por aquí varias reseñas de otro hotel en Vigo, así como una buena taberna para cenar en el centro. Si quieres conocer más sobre las Rías Baixas, te dejo mi opinión sobre el pueblo de Cambados así como un hotel con encanto, de gama alta, por la zona. ¿Y una escapada a O Porto? Descubre cómo aquí.

Recuerda que las opiniones aquí vertidas son fruto de experiencias propias y, en ningún caso, objeto de promoción. Dado que el blog no tiene financiación externa, si estás pensado en realizar una escapada o quieres reservar un alojamiento con 15€ de descuento te dejo el enlace a mi código descuento en Booking con el que tú consigues esos 15€ de descuento y contribuyes al mantenimiento del blog. ¡Así de fácil!

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