No es rock. No es ópera. Tampoco un musical. Ni siquiera un tablao flamenco. Tampoco un espectáculo de cinco horas, totalmente inmersivo. Street-food de calidad acompañado por pequeños shows satélites. WAH es todo esto, y mucho más.
Llega a IFEMA Madrid una de las mejores producciones de los últimos años. Como si de los mejores espectáculos de Las Vegas se tratase, WAH demuestra que en España tenemos cantera (e ideas) de calidad. Y desde Mochila de Cromo tenemos el placer de contaros nuestra experiencia en primera persona.

Un show hecho para no aburrirse
Las sorpresas se suceden en el pabellón 2 de IFEMA. Tras pasar el control, nos adentramos en un mundo onírico donde la música ha sido silenciada. Unos personajes nos esperan al otro lado de la puerta, haciéndonos ver que algo extraño ha ocurrido.


El show de WAH es una sutil combinación entre espectáculo musical y experiencia gastronómica. En cada sesión, cientos de personas podrán dejarse llevar por un show que está medido al milímetro y donde el aburrimiento está prohibido.
Existe un enorme hall divido por varios córners gastronómicos. En este espacio, además, encontraremos los aseos, varias tiendas con la temática de WAH así como el guardarropa. Mientras esperamos a entrar, podemos hacernos selfies en los diferentes espacios del pabellón, con una decoración sublime y poco convencional, como unas bañeras donde uno puede llevarse una instantánea o subirse a una enorme guitarra eléctrica.

La experiencia se divide en tres actos. Aunque en sí el espectáculo musical comienza a eso de las 21:30 (en la sesión nocturna), la apertura de puertas se realiza a partir de las 20:00.
Una vez finalizado, a eso de las once de la noche, nos podremos quedar en el after-show donde, de nuevo, habrá música, performance y buenas dosis de espectáculo.
Recomendadísimo comenzar cuanto antes a vivir la magia de WAH. Dentro del recinto nos esperan muchas sorpresas que hacen que se mantenga la sensación de que, a cada minuto, algo está sucediendo.


Street-food a precios populares
Una de las cosas que más sorprende de WAH, además del propio espectáculo en sí, es la oferta gastronómica. Dentro del pre-show, destacan los espacios dedicados a la cocina asiática, mejicana o americana.
A pesar de que en este tipo de espectáculos se apuesta por cocina de calidad cuestionable, WAH demuestra que se puede hacer un espectáculo, también en cocinas. Desde unos tacos o nachos con guacamole, entre 8 y 12 euros, hasta las hamburguesas ibéricas o con bacon, 12 € cada una. También hay espacio para pequeñas pizzas y deliciosos wok. Una pareja, incluyendo bebida, puede gastar unos 40 euros; para ser Madrid, no está nada mal.
¿Lo mejor de todo? Nosotros hemos probado las hamburguesas de bacon con salsa Bourbon y podemos decir que nada tienen que envidiar, en cuanto a calidad, a otros espacios gastronómicos sumamente reconocidos en la capital.


Antes de comenzar, el público podrá disfrutar de pequeñas actuaciones que amenizan la espera. Pequeños malabares, una lucha entre guerreros de la Guerra de las Galaxias y una animación constante que se palpa en el ambiente. Vivir WAH es entrar en un estado endorfínico desde el minuto uno.
Puro show al estilo de Las Vegas
Dentro del anfiteatro encontramos dos espacios diferenciados. En las gradas del teatro, las cómodas butacas esperan a los espectadores que, quizás, no saben muy bien qué va a ocurrir.
En las mesas delanteras, el servicio de comidas y bebidas continúa disponible para todo aquel que desee ver la actuación con un cóctel o una botella de champán.
La visión en cualquier punto será perfecta, por lo que no habrá problema en disfrutar de la experiencia en uno u otro lugar.

Se apagan las luces y comienza el espectáculo, con mayúsculas. Los primeros acordes prometen, con clásicos del pop y rock que gustan a todos. Sin desvelar el playlist, WAH es apto para todos los gustos. Versiones de Leona Lewis, Sia y Lady Gaga, entre otros, captarán la atención del público desde el primer momento.
Punto y aparte es la gran capacidad vocal de los y las intérpretes. Con la calidad propia de un musical, la performance avanza hacia estilos tan diferentes como el flamenco o el electro.


El punto álgido se vive durante la interpretación del acto de ópera. El público enmudece al oír esta sublime perfomance y rompe en aplausos y vítores. Al más puro estilo italiano, los artistas demuestran unas tablas extraordinarias sobre el escenario.
El gran fin de fiesta lo ofrece un popurrí de buen rock. Sobredosis de endorfinas que levantarán del asiento al más tímido de los presentes. Actuaciones al estilo de Broadway, con unos visuales muy bien creados y un uso de pirotecnia y fuego que enfatiza la sensación de estar viviendo algo único e irrepetible.

Algunos clásicos de Los Beatles, Queen o los Rolling Stones tocarán la fibra más nostálgica a esa generación que se empapó de esta buena música durante su juventud.
Y es que WAH no es una reinterpretación de los clásicos al uso. Es una mezcla, sumamente bien hilada, entre los clásicos de ayer y hoy. La magia de la performance radica en un buen hilo conductor, una puesta escena muy digna y una atmósfera que invita al disfrute y el hedonismo más rockero.
Sea cuál sea tu gusto musical, está claro que WAH no te defraudará.
Un post-show especial
Al finalizar el gran espectáculo, y todavía con la sensación de haber vivido algo mágico, los asistentes podrán continuar la velada con sesiones DJ que prometen subir las pulsaciones.
Es buen momento para disfrutar de un cóctel mientras se hacen fotos con los diferentes elementos de la sala. Sin duda, nadie puede irse sin su selfie con la monumental catrina mejicana.


¿Cómo llegar y precios?
Existen varias opciones, que incluyen el vehículo propio. Nuestra recomendación es tomar la línea 8 de metro, de Nuevos Ministerios hacia el aeropuerto, dado que la parada Feria de Madrid está a escasos minutos de la entrada.
Otra opción, y dado el convenio entre WAH y Uber, es disfrutar de la comodidad del servicio de calidad de un vehículo privado. Además, al finalizar el show, se ofrece un descuento en pantallas para que la vuelta a casa sea lo más cómoda posible.

Los espectáculos se realizan de jueves a domingo. Los jueves y viernes se ofrece una única sesión, a las 20:00, comenzando el espectáculo a las 21:30.
Los sábados se puede disfrutar de una sesión diurna a las 13:00 y otra a las 20:00. Los domingos, en cambio, se retrasa la sesión hasta las 14:00, sin función nocturna.
Los precios van desde los 34 € por persona, en butaca Silver (la más alejada del escenario) hasta los 165 €, la entrada más cara, con la mesa VIP en front-stage. En todo caso, a ese precio de la entrada se le deben sumar las consumiciones que se hagan dentro, no incluidas.

Un espectáculo único, gamberro y desenfadado que pone a Madrid a la altura de las mejores ciudades del mundo. Cinco horas que se hacen cortas y que merecen la pena, sin duda.
Gracias al equipo de WAH por permitirnos vivir la experiencia. Estamos seguros que serán muchos los que quieran descubrir el mundo clandestino que se esconde en el pabellón 2 de IFEMA a partir de ahora. Planazo, con mayúsculas, ideal para quien busque qué hacer diferente en la capital española.
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