3 razones para entender por qué Avilés es la ciudad más LGTBI-friendly de Asturias

A pesar de no ser una de las ciudades en las que se piensa cuando hablamos de Asturias por primera vez, Avilés personifica el dicho de “pequeña pero matona“.  No sabemos si será la multiculturaridad que se respira en las calles, su fantástico tejido asociativo LGTBI+ o la dinamización que ha supuesto el Centro Niemeyer. Algo tiene Avilés que embruja, encandila y, lo más importante, que permite abrazar la diversidad social en todas sus formas.

El casco histórico de Avilés invita a pasear / Mochila de Cromo

Un tejido asociativo diverso e inclusivo

Hablar de Avilés es sinónimo de diversidad. Pocas ciudades en  Asturias son tan cosmopolitas como ella. Un maremágnum que se aprecia en sus calles, cafés y plazas. Una pequeña Nueva York donde todo el mundo es bien recibido, símbolo de la acogida industrial que vivió la ciudad a mediados del siglo XX. 

Hoy en día, son varias las entidades dentro del colectivo LGTBI+ que ayudan, acompañan y abrazan los nuevos modelos de sociedad. Diversex, capitaneado por los sexólogos Iván Rotella y Ana Fernández. La labor que hace esta pareja, a través de la programación municipal, aborda modelos de afectividad que no se suelen comentar en las aulas. 

El Festival de Cine LGTBI+ se ha convertido en un referente nacional / Mochila de Cromo

Lejos de aquellas clases de educación sexual anticuadas, donde apenas se trataba la problemática de las enfermedades de transmisión sexual, Diversex apuesta por acompañar y acoger todo tipo de sentires, sin prejuicios, y escuchando a sus protagonistas. 

Unas sesiones totalmente gratuitas que, asimismo, reproducen en diferentes institutos y colegios de toda Asturias. Apuesta por la cultura y el conocimiento a través del ser. 

David Guerrero durante la presentación de su libro en el Niemeyer / Mochila de Cromo
"Corres como una niña" de David Guerrero / Mochila de Cromo

Otras asociaciones, como Llar Trans, facilitan los procesos de transición entre familias. Un acompañamiento, que más allá de las construcciones sociales actuales, toma un lenguaje cómodo para abordar el día a día. 

Una sublime organización donde poner en común sensaciones y experiencias. Adolescentes trans que se acercan a conocer cómo actuar ante los ataques LGTBI-fóbicos y conocer, junto a otros compañeros y compañeras, sus inquietudes y necesidades. 

Cultura a pequeña y gran escala

Sin duda, muchos conocen la ciudad de Avilés gracias al Centro Niemeyer. Epicentro de las mejores exposiciones y espectáculos de Asturias, es la única obra del artista brasileño en España. 

Recorrer su plaza principal y percibir el juego de las siluetas sobre los edificios modernistas al otro lado de la ría. El puente arcoíris peatonal, no exento de polémica, demuestra que nos adentramos en un conjunto donde el arte, la música y el espectáculo se dan la mano. 

El icónico puente del Niemeyer nos da la bienvenida / Mochila de Cromo

Y es que, una de las cosas que nos gustan de Avilés, es que pasa de los dichos a los hechos. Así lo demuestra su programación en el Niemeyer, enclave donde se celebra el único Festival de Cine LGTBI+

La VII edición fue un auténtico éxito de participación. Su inclusión con toda la ciudad permitió acercar la temática LGTBI+ a la sociedad en general. Performances, teatro, mesas redondas, una sección de cortos llena de contenido y unos largometrajes que removieron conciencias. 

Reflejos del Niemeyer sobre la ría / Mochila de Cromo

Gastronomía cosmopolita y colorida

Y, ¿qué sería de Avilés sin sus locales LGTBI-friendly? Cafés y bares llenos de diversidad, de empatía y de cercanía.

Hablar del tejido LGTBI+ cultural en la ciudad tiene nombre propio: Guti, del icónico café Lord Byron (Palacio Valdés, 1). Una de las personas más conocidas y queridas dentro del colectivo, cuyo café es historia viva de la ciudad. El hecho de encontrarse junto al teatro Palacio Valdés, donde se estrenan la mayor parte de las obras en España, hace que gran parte de la farándula nacional haya degustado sus cafés y pinchos. 

Guti, en su icónico café / Mochila de Cromo

Existe una red de nuevos hosteleros y hosteleras que ha llegado para quedarse. En la vermutería La Monstrua (Calle de la Estación, 8 Sabugo) es posible degustar más de cien referencias de vermú en pleno barrio de Sabugo (uno de los más alegres de la ciudad). La pareja que regenta este coqueto bar ha encontrado en Avilés una auténtica inspiración y es que, muy pronto, inaugurarán una arrocería burlesque en pleno casco histórico. ¡No podemos esperar a visitarla!

La Santera (Galiana, 22) o Picakechinga (Galiana, 12) son las apuestas gastronómicas más arriesgadas. Cocina del mundo para una ciudad que, en el fondo, es un vergel de culturas. Platos ucranianos, americanos, de inspiración asiática… todo tiene cabida en estos dos gastrobares, referentes en la ciudad. 

El Palacio de Ferrera hoy es una completo hotel de cinco estrellas / Mochila de Cromo

Un recorrido por el casco histórico, lleno de rincones con encanto, nos acerca hasta otro de los cafés con más solera en la escena indie de la ciudad: el Calendoscopio (Ferrería, 20). Auténtico garito “cultureta”, es de los pocos rincones de Asturias que apuesta por la micro-cultura, ofreciendo mesa y micro a artistas de todos los ámbitos. 

Quienes busquen opciones veganas en el centro, no pueden irse sin visitar La Galla (Rivero, 31). Con una ubicación excepcional, ofrece platos sabrosos y de calidad para un público que busca la conciencia animal en sus creaciones. 

No podemos cerrar estas líneas sin agradecer, de corazón, la amabilidad de Ana e Iván, de Diversex, por habernos dado una visión global del conjunto asociativo LGTBI+. La cercanía de Guti, del café Lord Byron, es digna de admirar; nos ha transmitido la esencia de la ciudad y nos ha permitido indagar más acerca de la vida social y cultural esta villa con encanto. Sin ellos, este artículo no hubiese podido ser posible.

Avilés es diversa, tolerante, agradecida e inclusiva. Nosotros apenas hemos estado unos días recorriendo sus calles y conociendo de primera mano su realidad para darnos cuenta que Avilés ofrece más de lo que pide. 

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