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Los 7 pueblos que harán que te enamores del Parque Natural de Redes | Mochila de Cromo

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Tras los castilletes de la cuenca minera y ríos que fueron huella del los tiempos del carbón, encontramos el Parque Natural de Redes. La parte más alta de las cuencas mineras asturianas guarda, como auténtica joya, una de las Reservas de la Biosfera más idílicas de las tantas que podemos encontrar en Asturias. En este artículo, os presentamos los siete pueblos que harán que reserves tu próxima escapada en el Paraíso. ¿Vamos a conocerlos? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Bosques en los que perderse, aldeas en las que parece que se ha detenido el tiempo, nieblas matinales que invitan a disfrutar de un buen café al calor de la llumbre. Si de algo puede presumir la parte alta de la comarca del Valle del Nalón es, precisamente, de ser uno de los puntos más pintorescos del Principado.

En los mismos lares donde nace el río más largo de Asturias, podemos encontrar conjuntos de arquitectura tradicional asturiana en buen estado, así como un paisaje y paisanaje que invita a que desconectemos de nuestro día a día para reencontrarnos con nuestra esencia. Arroyos, hayedos, nieblas matutinas y atardeceres que dejan el cielo del color del fuego o noches tan oscuras como el negro carbón. El parque engloba los concejos de Sobrescobio, en la parte norte, y Caso, en la parte sur. Si aún no te has enamorado de esta Reserva de la Biosfera, con esta selección esperamos conseguirlo. ¿Comenzamos?

Caleao | Parada, fonda y desconexión

No por estar en primer lugar tiene que ser el mejor pero, en nuestro caso, algo tiene Caleao, ubicado en el concejo de Caso y que sirve como entrada al desfiladero de Los Arrudos, que nos ha enamorado. A nosotros, y a otros tantos, quiénes han visto en este bucólico pueblecito con vistas panorámicas de ensueño un auténtico oasis de desconexión.

Ya seas un turista que necesita la conexión total en los alojamientos premium de la localidad, o un viajero algo más intrépido que busca el calor del llar en un alojamiento algo más tradicional, Caleao ofrece todo lo que un amante de la naturaleza y el turismo rural puede pedir: buena gastronomía, vistas de ensueño, tranquilidad y multitud de rutas que parten del mismo pueblo, como el propio desfiladero de Los Arrudos o la subida a la majada de Xulió.

Imprescindible será realizar el Paseo del Agua, una ruta circular por los alrededores del pueblo y que nos llevará, en suave ascenso, a conocer las fuentes y lavaderos. Algunos de ellos han sido restaurados recientemente, luciendo preciosos y permitiendo que sean un punto ideal donde calmar la sed con una de las aguas más puras que podemos encontrar. ¿Sabías que la zona centro asturiana se abastece, precisamente, de La Fuentona (y de los cercanos embalses) que se ubica en las cercanías de Caleao?

No te olvides hacer una parada en su iglesia, que data del siglo XVI con reformas posteriores en el siglo XVIII. Su mayor secreto radica en una pila bautismal de los siglos XVI o XVII así como uno de los retablos mejor conservados de toda Asturias, del siglo XVIII. Os dejará sin palabras.

Soto de Agues | El refugio de Heidi

La carretera que conduce desde Rioseco, capital del concejo de Sobrescobio, hasta el pueblecito de Soto de Agues (en realidad, son dos barrios unidos a través del río Alba; Soto por un lado y Agues por otro) ya es, en sí, todo un aliento de naturaleza. El paso entre bosques de hayas y castaños nos lleva, entre sinuosas curvas, hacia este pueblo que nos regala estampas que poco tienen que envidiar a las que encontramos en las postales suizas o del norte de Italia.

Sin duda, su elemento más característico es la iglesia de San Andrés, de estilo historicista, que se eleva por encima de los hórreos y paneras que podemos encontrar en los varios barrios que forman esta coqueta aldea que, durante los meses estivales, se convierte en un hervidero de turistas y senderistas que se dirigen hacia la Cruz de los ríos, en plena Ruta del Alba (una de las rutas más conocidas de Asturias, con permiso del Cares).

Otros puntos que no te debes perder son la Casa de los Canella, del siglo XVI o la cercana capilla de San Juan de Padua. Disfruta de un agradable paseo entre hórreos y callejuelas totalmente rehabilitadas que te acercarán hasta el lavadero, donde disfrutar del agua fresca que baja de la sierra de roca caliza frente a nosotros. Y si buscas un rincón donde tomar un pic-nic y disfrutar, entre otros, del queso Casín, no dudes hacer parada en el área recreativa de El Valláu.

Ladines | Cabañas con panorámicas de ensueño

Si las vistas de Soto de Agues te saben a poco (cosa que nos parece difícil), te animamos que continúes por la SC-2 hasta el bucólico pueblo de Ladines. Ubicado a los pies del pico Cuyargayos, una ruta de dificultad media que te animamos a recorrer (nosotros la hicimos antes de comenzar este blog pero no guardamos fotos de la misma).

Lo que sí podemos decir es que Ladines guarda la esencia de los pueblos y aldeas asturianos. En este caso, destacan las construcciones tradicionales que se intercalan con varias casas de madera que se han restaurado recientemente y que hoy amplían la oferta de alojamientos rurales. Nada mejor que despertarse con estas vistas al valle de Agues mientras solo el zumbido de los tractores de los ganaderos parece querer sacarnos de este ensueño.

Además, los aromas de la miel, los licores y la repostería ecológica inundan las callejuelas y caleyas del pueblo, destacando la presencia de una destilería y una panadería ecológica que se han convertido, por méritos propios, en el motor de esta aldea panorámica.

Tarna | Las cenizas de la guerra

Pocos saben la historia de la aldea de Tarna. Ubicado en la subida al puerto del mismo nombre, este último pueblo antes de llegar a tierras leonesas guarda un pasado oscuro que es digno de admirar.

Fue el puerto de Tarna punto de paso de las tropas nacionales hacia la capital, Oviedo. La destrucción y la oscuridad de aquellos días del comienzo del otoño del 37 sirvió para la destrucción total de esta preciosa aldea. No está clara, a día de hoy, la versión de quién destruyó Tarna (aunque la mayoría de los historiadores concluyen que ha sido una serie de consecuencias fatales); si el bando republicano haciéndola volar por los aires o, desde el aire, la Legión Cóndor (al igual que sucedió con Guernica). De ser así, podríamos decir que tuvimos, por desgracia, un pequeño Guernica casín.

Sea como fuera, la distribución de las casas hoy en día de Tarna se torna curiosa, con dos grandes calles que dividen en tres la población. Desde aquí, además, parten algunas de las rutas más bonitas del Parque Natural de Redes, como el paseo a través del hayedo hasta el Tabayón de Mongallu, una de las cascadas más espectaculares de Asturias.

Tanes | Calma a orillas del embalse

Una vez hemos ascendido por la presa de Tanes, nos encontramos con este coqueto pueblo que vive a orillas del mismo. El bar junto a la carretera, el antiguo Mirador, se convirtió, hace unos años, en auténtica referencia gastronómica del Principado, siendo parada habitual de motoristas, excursiones y senderistas y, aunque hoy en día ha cerrado, Tanes bien merece una visita.

Ya sea ascendiendo por sus empinadas calles, visitando alguna de las queserías de la Denominación de Origen Queso Casín (como la quesería La Corte) o, simplemente, recreándose con las estampas de postal que nos dejan las casitas frente al embalse.

A pocos metros, continuando por la carretera, podemos acercarnos hasta la Colegiata de Santa María la Real: un enorme espacio que sorprende por sus dimensiones y que puedes visitar de manera gratuita, destacando la capilla del Nazareno, la estructura más antigua del complejo. Además, en los próximos meses, se prevé que justo en este punto se construya el futuro embarcadero del embalse, con lo que embarcaciones respetuosas con el medio ambiente podrán disfrutar de la paz que emana este rincón del Parque. ¡Estaremos encantados de probar la experiencia!

Villamorey | Testigo mudo del paso del tiempo

Otro de los puntos más interesantes, desde una visión histórica, es el pueblo de Villamorey, a orillas del río Alba (el mismo que pasa por Soto de Agues) y que vierte sus aguas al embalse de Rioseco. Un paseo entre hórreos nos lleva hasta la ermita de San Roque.

En la zona, no os podéis perder la subida hasta el torreón de Villamorey, antigua fortaleza que servía como frente defensivo en la entrada del desfiladero (hoy embalse) de Rioseco. Esta estructura, que os puede recordar al que encontraréis en la ruta por el Patrimonio Histórico de Ciañu, es de origen romano aunque fue su estructura se relaciona con la monarquía de Alfonso I, en el siglo XII.

Como veis, la Reserva de la Biosfera del Parque Natural de Redes no solo es un espacio único en cuanto a fauna y flora se refiere sino que, además, cuenta con un patrimonio etnográfico muy bien conservado que salvaguarda la esencia de la Asturias rural. Un parque que tiene muchísimo que aportar y que es, sin duda, parte de una de las comarcas más singulares del Principado: la Mancomunidad Valle del Nalón, simbiosis de la Asturias industrial y natural.

¿Has estado en el Parque Natural de Redes y quieres compartir tu experiencia con nosotros? ¿Nos recomiendas algún otro pueblo o aldea que sea mágico? Os leemos en el apartado Comentarios.

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