El Manantial, nuestra opinión sobre el balneario de Las Caldas Villa Termal

Si de bienestar y buen gusto hablamos, debemos mencionar al centenario Balneario de Las Caldas, ubicado en el valle del mismo nombre y a pocos minutos de la capital asturiana. Un espacio que ya conocíamos por nuestras numerosas visitas a Aquaxana pero que hoy redescubrimos al entrar en su precioso espacio balneario, conocido como El Manantial: el origen de todo. ¿Quieres conocer nuestra experiencia? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Metros nos separan de una de las mejores experiencias termales en Asturias. El balneario de Las Caldas, en el concejo de Oviedo, se esconde en un valle cargado de rincones con encanto: un castillo de corte medieval parece saludarnos entre la vegetación mientras el rumor tranquilo de las aguas del río Nalón se convierten en testigo mudo de la paz que transmite este valle de verdes bosques y nieblas otoñales.

Los trenes ya no recorren el valle, que ha visto reconvertido su línea ferroviaria en una senda verde que conecta el Parque de Invierno, en Oviedo, con los valles del Trubia. Si eres amante del deporte en dos ruedas, los y las amantes de las bicicletas encontrarán en el entorno de Las Caldas un espacio único donde practicar este deporte en contacto con la naturaleza, con la sierra del Aramo justo detrás, así como el místico pico Monsacro. Además, el propio hotel de Las Caldas es establecimiento bike-friendly, lo que le ha permitido convertirse en todo un referente para este tipo de turismo deportivo.

Y es que, después de un día disfrutando de las sendas y caminos en los frondosos bosques asturianos, apetece relajarnos con aguas termales que brotan allí mismo, ¿verdad?

Un día único

Si eres lector o lectora habitual, el complejo de Las Caldas te será gratamente familiar. No han sido ni una, ni dos, ni tres veces las que hemos ido, solos, con familia o con amigos, a disfrutar del conocido Centro Eco-Termal Aquaxana. Recorrer sus diferentes vasos, probar sus jets o disfrutar del espectáculo de agua, luz y sonido en la cúpula son una experiencia al alcance de todos, con una fantástica relación calidad-precio que permite que se convierta en un plan ideal para el fin de semana. Si deseas leer nuestro artículo completo, aquí te lo dejamos.

Pero, en esta ocasión, y con motivo de nuestro aniversario, decidimos visitar el balneario original. Un espacio centenario, lleno de historia y matices únicos, que llevábamos mucho tiempo con gana de visitar y que, con la excusa de la celebración, pudimos recorrer.

Además, ya que la ocasión lo merecía, decidimos coger un bono de día denominado Un día en Las Caldas. Por 70€ por persona, pudimos disfrutar del recorrido por el propio balneario, conocido como El Manantial, así como un desayuno, comida, merienda o cena en el restaurante del hotel. Nosotros elegimos la comida, y ahora os comentamos qué tal fue.

Un espacio wellness de pura desconexión

Una vez pasamos la entrada de El Manantial apreciamos que la esencia del balneario se mantiene intacta. La magia de la casa de baños que levantó Ventura Rodríguez, el mismo que diseño el conjunto arquitectónico de Covadonga, en 1776, se mantiene prácticamente impasible en este espacio privilegiado donde la sobriedad de los mármoles combina con el minimalismo y el gusto refinado de los muebles. Una fragancia que nos recuerda al hogar inunda las diferentes estancias, invitándonos a parar el tiempo y reencontrarnos con nosotros mismos.

En la recepción os facilitarán tanto sandalias como albornoz y toalla, de suave algodón. Sólo los vestuarios ya parecen una declaración de intenciones del buen gusto: cabinas independientes con ducha privada y lavabo, decoradas en tonos verdes y con un amplio espacio para cambiarse sin prisas.

Una vez nos hemos puesto el albornoz, dejamos nuestras pertenencias en las taquillas habilitadas y bajamos con nuestra pulsera hacia la zona termal. Allí nos espera el chico que se encarga del mantenimiento de la instalación y que vela porque todos los detalles estén en perfectas condiciones. De forma muy amable nos explicó un poco los diferentes espacios con los que contaba El Manantial, acompañándonos en todo momento en el recorrido y terminando en la moderna piscina del piso superior, con acceso a una terraza que, si bien el día no acompañaba, ofrece multitud de posibilidades.

Vetusta tranquilidad

A pesar de que El Manantial tiene unas dimensiones bastante más pequeñas que su hermana Aquaxana, la reducción del aforo añadido a la propia exclusividad del espacio hacen que se torne perfecto para desconectar en un entorno discreto y tranquilo.

Destaca, a mano izquierda, la vista a través de un cristal del propio manantial donde brota el agua rica en sales que luego llega, a través de varios chorros y camas de agua, a los diferentes vasos. Junto a la casa de baños original, nos encontramos una enorme piscina en forma de media luna donde podemos relajarnos en el jacuzzi o acercarnos hasta las cuatro camas de agua, los chorros a gran presión o los depósitos de burbujas en forma de cubiletes.

Si pasamos a la zona de termas encontraremos una máquina de agua purificada, así como dos saunas a distintas temperaturas. Nos resultó sumamente curioso la arquitectura del baño turco, el más original de los que hemos visitado, dividido en salas con un gran concentración de vapor con esencia a menta. ¡Perfecto para despejar cuerpo y mente!

En el lado opuesto de la forma de media luna nos encontramos con varias piscinas conectadas a través de escaleras o arcos. Qué pena que no se permitan fotografías en su interior ya que este rincón daría mucho juego.

En el piso superior, además de la terraza que os comenté, encontramos un espacio de hamacas interior para descansar, así como una piscina en forma de L que cuenta con un chorro, varios depósitos de burbujas y un par de camas.

Sumamente interesante es poder ver, desde una vitrina, el manantial del cual brotan las aguas mineromedicinales ricas en bicarbonatos que abastecen los chorros, vasos y camas de agua.

Un día completo con almuerzo incluido

Dentro del paquete Un día en Las Caldas teníamos la posibilidad de disfrutar del desayuno, almuerzo o cena en uno de los espacios gastronómicos de Las Caldas Villa Termal. Si bien es cierto que las comidas no se sirven en el restaurante Viator, puedes disfrutar de una completa carta en el bar junto al lobby del hotel.

Lo más interesante es que este bono incluye un menú completo, es decir, un primero, un segundo, bebida y postre. Así, puedes escoger entre una amplia selección de platos fríos y calientes, sin coste adicional, excepto la chuleta de vaca, el cuál tiene un incremento de 5€, pero que compensa sin duda.

Como primer plato, decidimos probar la tabla de embutidos ibéricos así como la ensaladilla rusa. Las raciones, como podéis ver en las imágenes, son más que abundantes ya que la ensaladilla podría ser para compartir entre dos. La calidad del producto es incuestionable, por supuesto.

De segundo, pedimos la chuleta así como una hamburguesa de ternera asturiana; sabrosa, en su punto, y deliciosa. Para los postres, entre varias opciones caseras, nos decantamos por una tarta de zanahoria y otra de la abuela. ¡Había que probarlo todo!

Nada mejor que un buen almuerzo para recuperar toda la energía después de dos horas de relax y desconexión disfrutando de los espacios recónditos de El Manantial.

Un espacio único que debes visitar

Y es que no nos cansamos de visitar el conjunto balneario de Las Caldas. Aunque es cierto que ya hemos estado en el Centro Eco-Termal Aquaxana, os recomendamos que, al menos una vez (y casi como capricho) visitéis el elegante balneario original El Manantial. Mientras que Aquaxana está mas enfocado hacia el público general o familiar, El Manantial guarda con decoro sus más brillantes secretos, siendo ideal para parejas.

Destacar, por otro lado, la amabilidad de todo el personal, tanto a la hora de gestionar la incidencia de las inundaciones (el día que teníamos la reserva hubo unas importantes inundaciones en Oviedo y, aunque nos llamaron, se me pasó coger el teléfono; al llegar, nos facilitaron un bono para disfrutar de El Manantial en otro momento mientras que hicimos una sesión en Aquaxana para luego ir a comer al restaurante) como durante todo el recorrido. Es un equipo profesional y válido que convierte al balneario en algo más que un espacio de relax; son ellos el auténtico valor del centro.

Por último, recalcar que este artículo no es fruto de ningún tipo de colaboración entre el complejo Las Caldas y nuestro blog sino, simplemente, nuestra experiencia con motivo del aniversario de pareja. No conlleva, por tanto, ningún tipo de publicidad encubierta. Las fotografías que no llevan nuestra firma han sido tomadas de la propia web del centro ya que decidimos no acceder con cámara o móvil al interior para respetar la intimidad de clientes y huéspedes.

¿Has estado en Las Caldas y quieres contarnos tu experiencia? Te leemos en el apartado Comentarios que encontrarás un poco más abajo. Si buscas 5 planes a media hora, o menos, de Oviedo, aquí tienes este artículo que te puede ser útil.

Recuerda que ser lector o lectora de Mochila de Cromo es totalmente gratuito por lo que si te ha gustado este artículo te animamos a que lo compartas y des like ya que, así, ayudas a crecer nuestra comunidad viajera. ¡Nos leemos!

6 comentarios sobre “El Manantial, nuestra opinión sobre el balneario de Las Caldas Villa Termal

  1. Tuve la suerte de disfrutarlo recientemente. Me encantó y volveré, seguro que volveré.
    Esta vez he estado en Acuaxana. Estar en la piscina climatizada exterior, rodeada de una naturaleza explosiva, magnífica y cayéndose encima esa lluvia finita, casi niebla…Sinceramente, hay que probarlo!!

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