Celia Pinto, todo un ‘viagem’ portugués en Oviedo | Mochila de Cromo

La capital del Principado es famosa por sus espacios gastronómicos, con chefs de primera línea y coquetos restaurantes que, como Celia Pinto, son auténticos viajes culinarios. A la sombra del buen gusto y sobremesas con aroma a vino de Porto, nos embarcamos en este peculiar viaje hacia Portugal. Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Muy cerca de la catedral de Oviedo, donde los somnolientos peregrinos comienzan la primera etapa del Camino Primitivo hacia Santiago, y tras descender la popular calle Gascona, nos encontramos, en Alfonso III El Magno, 14 con un local de coloridos exteriores pero que guarda, en su interior, la esencia de la buena cocina portuguesa.

Es el restaurante Celia Pinto toda una referencia en la capital asturiana si de buen gusto, slow food y sabores hablamos. Las prisas en su coqueto local no están permitidas, donde las sobremesas se alargan al compás de un fado y los vinos de Porto se conjugan con los dulces petiscos del Portugal más puro. El viaje hacia la tierra de la melancolía sólo ha comenzado… ¡bem-vindos!

Una breve carta pero llena de calidad

Tras pasar la puerta, nos adentramos un local decorado con la esencia portuguesa con clara prevalencia de los azulejos de tonos índigo y aguamarina. Nos ha encantado que la decoración nos traslada al país vecino pero no cae en los clichés banales, donde los detalles suman y aportan una serenidad única y cálida. El néctar portugués en pleno centro de la regia Oviedo.

Dadas las actuales restricciones sociosanitarias, accedemos a la carta a través de un código QR, algo que se ha convertido en común y que esperemos que se mantenga. En ella, aunque breve, podemos encontrar unos deliciosos aperitivos de la tierra, así como una clara presencia del auténtico bacalao, traído mensualmente por sus propietarios desde el norte de Portugal. Nada se deja a la improvisación.

Los amantes de la carne no quedan excluidos de este restaurante pero, desde aquí, os animamos a disfrutar de su completo menú degustación. Compuesto por unos aperitivos, una combinación de primeros, unos langostinos en salsa y arroz caldoso con bacalao, os aseguramos que os será difícil llegar al postre. ¿Comenzamos?

Petiscos gourmet y un arroz que repetirás

Lo bueno del menú degustación de Celia Pinto es que te permite probar un poco de toda su carta, comenzando con un aperitivo a base de paté de sardina, unas olivas y mantequilla.

Luego, llegan los primeros, una combinación de la cocina de allí y de aquí, donde el bacalao empieza a adquirir el protagonismo de la mesa. Unas tortillitas de bacalao, unas croquetas muy asturianas y unos bolos de bacalao, con una textura muy similar a los buñuelos, cumplen la función de abrirnos boca. Después, hacemos tiempo con unos langostinos en salsa sobre base de patata para dar la bienvenida a la que será la estrella de este menú: el arroz caldoso con bacalao.

Que nadie se asuste, no os quedaréis con hambre. El enorme recipiente donde se sirve es muestra que, a sendas laderas de aquel territorio que Julio Llamazares nos pintaba en Trans-os-Montes, se come bueno, bonito y abundante (y también barato, sí señor).

De textura cremosa, con un bacalao de calidad y donde afloran los sabores más genuinos, os podemos asegurar que ha sido uno de los mejores arroces caldosos que hemos probado nunca. Si la gula te apodara, podrás repetir hasta hartarte… y siempre quedará un poco más en cocina.

Una torrija diferente

Aunque, en un principio, el menú degustación ofrece un refrescante mousse de limón como opción principal, no dejéis de preguntar por sus características torrijas al vino dulce de Porto. Si no os apasiona demasiado el dulce, quizás no sea vuestra opción ya que su presentación promete un auténtico maremágnum de sabores al paladar.

Y nada como acabar la comida con unos frescos licores. Un brindis por Portugal y por su deliciosa cocina; otro, por el magnífico servicio que ofrece Celia Pinto. Un lugar donde las horas pasan sin prisa, disfrutando de los bocados y la buena compañía y donde, dado lo pequeño del local, la exclusividad está prácticamente asegurada. Todo un acierto para quienes busquen algo diferente en su escapada a Oviedo.

¿Conocías este restaurante portugués en el centro de Oviedo? ¿Cuál es el plato que más te apasiona de la cocina portuguesa? Cuéntanoslo en el apartado Comentarios.

Este artículo no está patrocinado por Celia Pinto, siendo fruto de nuestra propia experiencia. Recuerda que ser lector o lectora de Mochila de Cromo es totalmente gratuito por lo que, si compartes este artículo o le das like, ayudas a crecer este proyecto sin ánimo de lucro. ¡Nos leemos!

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