Visitar Salas es adentrarse en la Asturias medieval, donde nuestra mente parece trasladarse a tiempos de caballeros y doncellas, de torres vigías y juglares. ¿Sabías que esta villa es famosa por un dulce muy conocido en Asturias? ¿O que es final de etapa del Camino Primitivo a Santiago de Compostela? Recoge tu Mochila de Cromo y lo descubrimos juntos…¡ya!

En pleno año Xacobeo, y a pesar de las circunstancias socio-sanitarias, Salas espera ansiosa la llegada de multitud de peregrinos procedentes de Oviedo, origen del Camino Primitivo. Se encuentra Salas en pleno Camino de Santiago y eso ha permitido que esta villa de origen medieval salvaguarde palacios y casonas espectaculares, en perfecto estado de conservación.

Un recorrido por su casco histórico hará las deliciosas de los y las amantes de la Historia y cultura, como podremos observar en la colegiata de Santa María o el Palacio Valdés-Salas. Además, Salas es famosa por sus carajitos, receta familiar que ha pasado de generación en generación y que hoy en día se conserva en su tienda en pleno centro de la villa. ¿Vamos a dar un paseo?

El nuevo artículo de @MochiladeCromo nos invita a recorrer la villa medieval de Salas, en el suroccidente asturiano, y final de etapa del Camino Primitivo

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Salas y su torre medieval

Sin duda, es el icono de la villa. La torre del siglo XIV es visible desde cualquier punto del concejo y marca la seña de identidad del mismo. De planta cuadrada, en el sótano cuenta con mazmorras y en los pisos superiores, hasta tres, cuenta con un fantástico museo que nosotros no pudimos visitar con motivo de la pandemia. Asimismo, se une al palacio de Valdés-Salas a través de un pequeño puente que forma un curioso pasadizo. Desde la parte alta de la torre, además de las vistas al concejo podréis disfrutar del río Nonaya, que pasa justo al lado, y que cuenta con una preciosa ruta hacia la cascada del mismo nombre, con tramos que coinciden con el Camino Primitivo. ¿Suena bien, no?

Palacio de Valdés-Salas, cuna de la Universidad de Oviedo

Este palacio, del siglo XVI, es Monumento Nacional y, hoy en día, acoge desde la Fundación Valdés-Salas hasta un hotel. Destaca la figura de Fernando de Valdés y Salas en toda la villa ya que, fue su mecenazgo el que permitió el esplendor de la villa, con la construcción de este palacio así como la colegiata de Santa María donde hoy reposan sus restos. Además, Valdés-Salas está considerado el padre de la Universidad de Oviedo y es el fundador del colegio de San Pelayo, en Salamanca. Su figura también cuenta con algunas luces y sombras, ya que fue un férreo inquisidor, tal y como se demuestra en su obra Índices de libros prohibidos, de 1559. Podemos encontrar una estatua en el patio central del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo (San Francisco, 1).

Volviendo al palacio, podemos contemplar el precioso patio siempre que seamos clientes del hotel-restaurante que hoy en día comparte instalaciones con la Fundación. Merece la pena su visita, disfrutando de la calma de los patios y rememorando, por momentos, lo que sería la vida en palacio.

Colegiata de Santa María La Mayor

Salas puede presumir de contar con un rico patrimonio que alcanza la categoría de Monumento Nacional. Además del palacio, la colegiata de Santa María, del siglo XVI, lo es. De estilo gótico con reminiscencias renacentistas, cuenta con un retablo de máxima calidad, obra de Luis Fernández de la Vega. Concebida como panteón familiar, fue a finales del siglo XIX cuando pasó de la titularidad privada de los Duques de Alba, a titularidad pública.

El mauselo de Valdés-Salas merece mención aparte; obra de Pompeo Leoni, cuenta con inspiración de los arcos de triunfo romanos, pudiendo apreciarse una pequeña escultura de Valdés-Salas rodeado de las tres virtudes de la teología: Fe, Caridad y Esperanza. Asimismo, cuenta con el escudo de la casa de los Valdés-Salas, imagen de la Universidad.

Carajitos del Profesor, el dulce de Salas

Igual que Oviedo tiene sus moscovitas o sus carbayones, o Candás y Luanco las marañuelas, Salas tiene uno de los postres más deliciosos de toda Asturias: los Carajitos del Profesor.

Esta especie de suspiro de avellana es sin duda un emblema de tradición familiar. La cafetería de la época, fundada en 1918 por Falín el Profesor y Carmina, acogería tras la Guerra Civil a una joven Teresa Llavona, hija de Antonio Llavona, afamado comerciante en la vetusta Doctor Casal. Sería Teresa, conocida por todos como Marichu, la que potenciaría este dulce tradicional que era, y es, un imprescindible en las tardes de café y que, sin duda, mantiene la esencia y tradición que, hoy en día, llevan sus hijas dado que Marichu falleció en 2019. ¿Quién diría que, años más tarde, un Llavona, de nuevo, recorrería las calles de Salas en busca de estos dulces? ¡Larga vida a la tradición familiar!

Ermita de El Viso, mirador privilegiado

Una vez hemos visitado todo el patrimonio y disfrutado de la oferta gastronómica de Salas, toca visitar El Viso. Ubicado en lo alto del monte del mismo nombre, El Viso cuenta con una ermita donde podemos ver la imagen de la Virgen del Asunción, patrona del concejo.

La subida la podemos hacer bien en coche (la carretera es lo suficientemente ancha) o bien a pie, a través de la ruta PR.AS.131, con un desnivel de casi 500 metros. Nosotros optamos por la primera opción, y os podemos asegurar que las vistas merecen, y mucho, la pena. Además, la zona cuenta con un área recreativa con abundante bosque autóctono, por lo que es perfecto para pasar un día en contacto con la naturaleza.

¿Sabíais que Salas tiene una historia tan apasionante? ¿Habéis hecho el Camino Primitivo? ¿Conocíais los afamados carajitos del Profesor? Recordad que siempre os leo en el apartado Comentarios.

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