En este año, en pleno Xacobeo 2021, os queremos acercar a uno de los lugares mas icónicos de todo el Camino de Santiago. ¿Aún no conoces el pueblecito de Pedrafita do Cebreiro? Pues recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos…¡ya!
Aunque, actualmente, no se dan las condiciones necesarias para poder disfrutar de la experiencia del Camino de Santiago al cien por cien, lo cierto es que nadie nos puede quitar disfrutar de los lugares más bonitos del Camino. Aunque nunca he hecho el Camino, pendiente desde hace años (espero hacerlo más pronto que tarde), este 2021 es un buen momento para descubrir las joyas de esta experiencia que, al margen de lo espiritual, hace que aquellos que lo han vivido vuelvan a sus vidas cotidianas con un halo de paz, magia y redescubrimiento interior (¿verdad que muchos necesitamos eso ahora mismo?).

O Cebreiro se encuentra en la frontera entre El Bierzo y Lugo, en plenos Ancares, en pleno Camino Francés. Esta aldea sirve como mirador privilegiado a poco más de 1300 metros, O Cebreiro destaca por las pallozas que podemos encontrar en todo el poblado. Refugio de pastores así como de peregrinos, han sido testigos de miles de sonrisas peregrinas que, al llegar al alto, encuentran uno de los pueblos más bonitos de España, lleno de historia, tradición y leyendas.

El Santo Grial gallego
Lejos de leyendas y tradiciones, el punto, quizás, más importante de todo el pueblo es la iglesia de Santa María la Real, de estilo prerrománico, construida a finales del siglo IX. Aunque ha sufrido varias restauraciones, su interior cuenta con varias capillas como la del Santo Milagro. Además, en el altar, encontramos un cáliz donde se dice que fue depositada la sangre de Cristo, así como un relicario y un sagrario de plata.
No es la única leyenda que podemos encontrar en esta zona; se dice que los propios Reyes Católicos quisieron llevarse las reliquias de O Cebreiro consigo pero que, tras pasados unos kilómetros, los caballos se pararon en seco, siendo imposible continuar la peregrinación. Presa del pánico y el miedo por haber cometido alguna vileza, la comitiva regresó a O Cebreiro para depositar en la iglesia las reliquias.

Justo a la salida de la iglesia, nos encontramos con la calle principal de este precioso pueblo donde destacan las casas de piedra y techos de pizarra negra, hoy reconvertidas, en su mayoría, en albergues de peregrinos, restaurantes, hostales y tiendas de recuerdos donde adquirir productos de la zona de primerísima calidad.

Perfecto para una noche
Seas o no peregrino, sin duda O Cebreiro es de esos lugares que invita a quedarse. La variedad oferta hostelera y gastronómica, así como rutas por el entorno, invitan al sosiego y la reflexión en este punto que sirve de atalaya para disfrutar del paraje natural en el que está enmarcado.

Nada como cotillear entre las tiendas de recuerdos, donde podremos encontrar auténticos supermercados para el peregrino, y multitud de productos gallegos, destacando el orujo, los embutidos o incluso los quesos. Además, O Cebreiro cuenta con su propio queso, que tiene etiqueta Denominación de Origen Protegida: de color blanquecino y gusto ácido, puede ser fresco o con una maduración de dos meses. Sea como sea, no te vayas de aquí sin probarlo, sólo o con miel (por cierto, también de la zona).
Destacar que, gracias a ser un punto de encuentro de peregrinos, los precios tanto de los restaurantes como de los hospedajes son más bajos que en otros pueblos de la zona. Me ha parecido increíble que puedas disfrutar de una copiosa comida por 10€ en pleno sábado o domingo, precios que no se ven tan fácilmente hoy en día y que no eran, precisamente, sólo platos de pasta. Unos buenos embutidos, cocido o todo tipo de dulces a base de queso, castañas y nueces, tan numerosas por estos lares.

Una parada en el Museo Etnográfico
Si, después de recorrer sus calles y disfrutar de una buena comida, quieres dar un pequeño paseo y completar tu excursión, no debes perderte el Museo Etnográfico de O Cebreiro. Destaca por la cantidad de pallozas que verás, originales en su mayor parte, que han servido como refugio para ganado y familias durante años. De planta ovalada, con techos de paja y muros bajos, son cuatro las que podréis encontrar (aunque solo tres sirven para la muestra del museo).
Este museo permite ser testigo de las condiciones de vida en la alta montaña, donde los recursos escaseaban (y escasean) durante el largo invierno y la adaptación a las circunstancias era la norma. Por cierto, su entrada es totalmente gratuita al encontrarse al aire libre, al final de la calle principal de O Cebreiro. ¡No tiene pérdida!

Por último, llegar a O Cebreiro no tiene pérdida alguna ya que, vengas de Lugo o Castilla, tomando la A-6, te toparás con los carteles indicativos de O Cebreiro antes de entrar al túnel que salva el alto. Existe aparcamiento suficiente detrás de la iglesia de Santa María, así como una enorme explanada, gratuita. Sin duda, es un pueblo imprescindible, ya sea para visitar los propios Ancares como parada para recargar fuerzas; este fue nuestro caso, después de venir de una semana de vacaciones en Rías Baixas y, sin duda, fue la guinda perfecta de unas vacaciones inolvidables.

¿Conoces este precioso pueblo? ¿has probado el queso de O Cebreiro? ¿te suena de ver esta zona en las noticias cuando llegan las primeras nieves? Te leo, como siempre, en el apartado Comentarios que encontrarás más abajo. Recuerda que si quieres volver a viajar como antes y recuperar la normalidad, debemos ser responsables haciendo uso de las medidas de seguridad establecidas, y atendiendo a las recomendaciones en cuanto a reunión familiares y de amigos. Así, volveremos a viajar seguro.
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3 comentarios sobre “Pedrafita do Cebreiro, parada en El Camino”