Mochila de Cromo

Mercadillos de Navidad en Salzburgo

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Durante nuestra visita a Baviera y los Alpes austríacos pudimos disfrutar de unas horas en la ciudad natal de Mozart. El aroma a canela y vino caliente, las calles del casco histórico decoradas, la artesanía y villancicos frente a la catedral, con vistas al castillo… ¿se puede pedir más? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Como sabéis, el pasado puente de diciembre (en 2019) pudimos hacer una breve, pero intensa, escapada a Baviera y la región de los Alpes austríacos, con noche en Hallstatt. Sin duda, ha sido uno de los viajes que más he disfrutado: por las vistas, el ambiente navideño y, por supuesto, la compañía.

Desde Múnich partimos hacia Hallstatt, considerado el pueblo más bonito del mundo a orillas de un lago. Sobre la experiencia en este pueblo, que sirvió de inspiración para la película Frozen, os he hablado anteriormente en el blog y, si además, quieres saber dónde dormir o comer, te dejo aquí los enlaces para que completes tu experiencia.

Una visita a Salzburgo de apenas 3 horas

Pues bien, a la vuelta hacia Múnich tuvimos que hacer dos escalas. La primera, en Bad Isch, la ciudad balneario, y más tarde, tras recorrer toda la zona montañosa con los lagos en bus, hicimos parada en Salzburgo. La buena suerte hizo que, durante unas tres horas, pudiéramos disfrutar de la magia de Salzburgo, la ciudad natal de Mozart, así como de sus mercadillos navideños.

Nada más bajarnos frente a la estación de buses (intermodal con la de tren) nos dirigimos hacia el centro, para una breve pero intensa visita.

Junto a los jardines y palacio de Maribell encontramos uno pequeñito que, si bien se parecía a otros similares que habíamos visto en Berlín, sirvió como aperitivo al gran mercado navideño junto a la catedral. Por desgracia, la edición de 2020 ya ha sido cancelado, aunque esperamos que en 2021 la magia de la Navidad regrese.

Una auténtica ciudad navideña en el casco histórico

Destaca que, tras cruzar el puente sobre el río Salzach, impone la imagen de postal que tenemos ante nuestros ojos. El casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un hervidero de turista. Los últimos rayos de sol acarician las paredes del castillo de la ciudad, que sirvió como inspiración para el musical de Sonrisas y Lágrimas, y nosotros debemos darnos prisa si queremos explorarlo todo en el tiempo que nos queda.

En Alter Markt puedes encontrar lo que será la antesala de la gran ciudad navideña junto a la catedral, y es que aquí encontrarás una docena de puestos donde los dulces y adornos navideños son los auténticos reyes. Alrededor, los carruajes de caballos nos permiten retroceder siglos atrás y volver a la época de mayor esplendor de la ciudad.

Por cierto, si habéis estado en Viena, el casco histórico, aunque algo más pequeño (Salzburgo apenas tiene unos ciento cincuenta mil habitantes) es similar al de la capital austríaca.

Fantasía e ilusión a los pies del castillo

¡Y llegamos! Nosotros la verdad es que íbamos sin ningún tipo de rumbo, solo guiándonos por las hordas de turistas que iban y venían de lo que parecía el epicentro de la ciudad. Paseando por la icónica Getreidegasse, con las casitas históricas y los carteles de la diferentes tiendas en ese estilo tan alpino y característico de las películas de época, llegamos a las plazas adyacentes a la catedral, la misma donde, por cierto, se bautizó Mozart.

Allí estaba: una auténtica ciudad navideña con una centena de cabañas de madera con todo lo que un amante de la Navidad, como nosotros, puede soñar.

Se tiene constancia, ya en el siglo XV, del mercado navideño de Christkindlmarkt, considerado el mercado principal de la ciudad (y es que sobran los motivos). Un enorme abeto, con miles de bombillas, sirve de faro para guiarnos a lo largo y ancho de la plaza donde los artesanos conviven con los puestos de comida tradicional germana y donde los vinos calientes se dan la mano con apetitosas galletas tamaño XXL. También puedes disfrutar de conciertos corales y música tradicional en la plaza; en nuestro caso, pudimos asistir a un recital de villancicos por parte de un coro de jóvenes.

Si podéis disfrutar de esta experiencia, tened en cuenta que el horario de cierre del mercado es entorno a las 20 o 21 horas. He comprobado que, a diferencia del mercado navideño de Mirabell, este sí que sigue adelante, abriendo sus puertas el próximo 19 de noviembre hasta el 26 de diciembre. Esperamos que, aunque con las nuevas medidas, siga siendo un lugar tan mágico, acogedor e ilusionante, donde por unas horas te puedes sentir como un niño pequeño.

Y no dejes de visitar el castillo

Reconozco que nuestra intención era aprovechar al máximo el tiempo en Salzburgo… y los que me conocéis sabéis que intento no perderme nada. Pero nos quedaba un largo viaje hasta Múnich, era algo tarde y estábamos algo cansados, por lo que, aunque subimos un poquito hacia el castillo (existe un funicular que te sube directamente) decidimos dejarlo para otro momento y disfrutar de las vistas, ya al anochecer, desde lo alto. Sin duda, uno de los momentos más mágicos del viaje.

Y es que no es para menos, el castillo de Salzburgo, la fortaleza  Hohensalzburg, está considerado el castillo más grande toda Europa Central. En el interior del recinto podéis encontrar un sinfín de museos, como el dedicado a las marionetas o el propio de la fortaleza, con numerosos objetos en perfecto estado de conservación.

Seréis afortunados al visitar un castillo que mantiene intacta la esencia y que cumplió perfectamente con el cometido de proteger a los arzobispos que allí vivían, ya que jamás fue conquistado.

¿Escapada de un día o merece la pena quedarse un fin de semana?

Desde mi punto de vista, la verdad, creo que sí que puede ser interesante quedarse en Salzburgo una noche. La oferta cultural y todo lo que la ciudad puede ofrecer, más en época navideña, hacen que un día sea insuficiente, más si quieres conocer los alrededores y disfrutar del patrimonio natural.

En cambio, y fue uno de los motivos por lo que regresamos (casi) directos desde Hallstatt hacia Múnich, es que el alojamiento en Salzburgo no es que sea barato y escasean las opciones económicas. Austria es un país relativo caro en algunos aspectos (desde un punto de vista español o hispano) y que, sin llegar a los astronómicos precios de los países escandinavos, hace que resulte bien complicado encontrar una habitación doble con desayuno por menos de 100€ la noche. En Múnich tenéis opciones más asequibles y con hoteles de cuatro estrellas, junto a la estación de trenes.

Este será un año raro donde la magia de la Navidad no brillará en tantos lugares como en otros momentos. Los buenos momentos regresarán, eso seguro. Es momento de cuidarse, protegerse, viajar con responsabilidad si se dan las circunstancias y disfrutar de las pequeñas cosas. Personalmente, me ha hecho falta que pasase un año para valorar, aún más si cabe, lo que este viaje supuso.

¿Qué te ha parecido el artículo sobre Salzburgo y sus mercados navideños? Recuerda que te leo, como siempre, en el apartado Comentarios que encontrarás más abajo.

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