Mochila de Cromo

Hotel Piñeiro, hotel familiar en plenas Rías Baixas

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Si buscas alojamiento en las Rías Baixas y deseas sentirme como en casa, en un entorno agradable y con preciosas vistas, piscina y a un precio más que razonable, te animo a echar un vistazo a mi última entrada. Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Este año hemos decidido que no íbamos a viajar fuera de España. Entre las razones, algunas muy obvias, como el hecho de que sea obligatorio una PCR para la entrada y salida en la mayoría de países europeos así como cierta inseguridad al viajar tan lejos y exponernos de una forma u otra. Ya que nuestro plan era visitar Rías Baixas, por tercer año consecutivo, decidimos utilizar nuestro bono regalo de Weekendesk en algún hotel de la zona.

La sorpresa fue encontrar el Hotel Piñeiro: un dos estrellas en Noalla, frente a la ermita de A Lanzada y que, si bien no estaba en primera línea de playa (aunque con vistas increíbles dada la particularidad arquitectónica de la zona) contaba con desayuno y piscina. ¡Todo un lujo teniendo en cuenta que se trata de un dos estrellas superior!

Una semana a cuerpo de rey

Puede haber cierto recelo en los hoteles de categoría inferior que, en algunos casos, son infundadas. Lo cierto es que es difícil encontrar hoteles de gama alta en toda la costa de la comarca de O Salnés, donde los cuatro estrellas se cuentan con los dedos de las manos y donde el turismo, familiar en su mayoría, busca hoteles sin grandes pretensiones.

Y es que el hotel Piñeiro puede presumir de ser un hotel sin pretensiones pero con un estilo cálido, acogedor y un personal sumamente agradable. Como si estuviésemos en casa, desde el minuto uno el trato fue sumamente atento. Incluso, nuestro dispensador de gel estaba vacío al realizar el check-in y, en pocos minutos, el personal del hotel subió a rellenarlo.

Amplias habitaciones, con terraza y vistas

Uno de los puntos a destacar, además de la atención y amabilidad del personal, es la amplitud de las habitaciones. Recordando que se trata de un establecimiento de dos estrellas superior, el tamaño podría ser perfectamente el de un tres (y hasta un cuatro estrellas europeo).

Amuebladas y decoradas con un gusto sobrio, cálido y funcional, cuentan con una pequeña nevera (sin minibar) para enfriar alguna bebida o la comida. Cuenta con un amplio baño que, en nuestro caso, tenía bañera, dispensadores de jabón y champú así como de jabón de manos. No se ofrecen amenities pero, sinceramente, no me los esperaría de un hotel de esta categoría.

La terraza, con preciosas vistas al Atlántico y la ermita de A Lanzada, cuenta con dos sillas para disfrutar de la puesta del sol, leer un libro o, simplemente, descansar. Cuenta, además, con un pequeño tendedero que nos resultó la mar de útil.

La cama era enorme, cómoda y perfecta para descansar tras un día de playa y piscina…

…¿has dicho piscina?

¡Exacto! El hotel Piñeiro cuenta con una piscina al lado de la cafetería así como zona solarium, con siete hamacas (aforo limitado por COVID). Es perfecta para pasar la tarde de relax, disfrutando del buen clima de las Rías Baixas y, de vez en cuando, dándonos un chapuzón. El agua, como la del mar, estaba fría pero también se agradece.

Había oído críticas sobre que a la piscina le da la sombra todo el día y puedo asegurar que es totalmente falso. El horario de apertura es de 10 a 21 y, salvo quizás a primerísima hora, los rayos de sol acarician la terraza todo el día.

Un protocolo que garantiza máxima seguridad

Dada la situación actual, me siento muy tranquilo cuando veo que un establecimiento cumple todas las medidas de seguridad y aplica los protocolos de higiene y desinfección. Desde el primer momento, el hotel Piñeiro, y todo el personal, han sabido estar a la altura. Desde el servicio de gel hidroalcohólico a la entrada, sin contacto, hasta la tarjeta de usar y tirar para la habitación, evitando de esta manera utilizar tarjetas de acceso a las habitaciones de otros huéspedes.

Por otro lado, el uso de la mascarilla es obligatoria en todo momento, en todas las zonas comunes. Ni siquiera el personal de limpieza, aprovechando que están en las habitaciones y, en principio, nadie las ve, las llevaba de forma incorrecta. Así que recuerda, lleva mascarilla para protegerte y proteger al resto.

En el desayuno buffet, además de las distancias entre mesas y un olor a limpio en toda la sala, es necesario ponerse guantes de plástico (similares a los de fruta y verdura en los supermercados) para evitar el contacto directo con alimentos, frutas y utensilios como cucharas, tazas y demás..

Un desayuno de tres estrellas, o más

Destacar, por último, el servicio de desayuno del hotel. Es de tipo buffet, no asistido, y tiene una gran variedad para la categoría del establecimiento. A lo largo de la semana apenas hubo cambios en la variedad, es cierto, pero no se echan en falta cuando lo que se ofrece es variado y de calidad.

Desde platos fríos como embutido, diferentes tipos de quesos, o un amplio surtido de bollería, hasta platos calientes como bacon, huevos fritos (no tenían huevos revueltos), mini-pancakes y torrijas. Yogures, zumos (si deseas zumo natural son 2€ más), fruta variada y café de calidad completan la oferta de desayunos del hotel Piñeiro.

Si, además, quieres picar algo o comer después de un día de playa, te recomiendo su cocina. Tienen servicio de carta a precios muy competitivos, con cocina tradicional, gallega, hecha con cariño. Si, por el contrario, prefieres algo más ligero y rápido, no dudes en consultar los precios de la cafetería (y en la terraza, muy relajante con la agradable fuente exterior). Os puedo comentar que los platos combinados están sobre los 8€ de media, las hamburguesas apenas poco más de 3€, ración de patatas otros 3€ y un amplio surtido de bocadillos fríos y calientes entorno a los 4-5€. Todo abundante y de calidad, perfecto para coger fuerzas y volver a la piscina o la playa sin dejar mucha parte de nuestro presupuesto de viaje.

Sin duda, y no siendo esto una colaboración, os recomiendo que si deseáis un hotel familiar, en el entorno de la playa de A Lanzada y a tan sólo 10 minutos en coche de Sanxenxo y Portonovo, con vistas increíbles, terraza, piscina y a un precio más que razonable, apostéis por el hotel Piñeiro. Cumple con las expectativas, y las supera gracias al buen hacer de todo su personal. Aunque desconozco los nombres de la mayoría, agradeceros desde aquí el haber podido disfrutar de una semana tranquila, de ensueño y haciéndonos sentir como en casa. Saludos a Dimitri, un auténtico todoterreno de la hostelería.

¿Buscas más información sobre las Rías Baixas? Te invito a echar un vistazo a mi artículo sobre el paseo de Pedras Negras, en San Vicente, así como este artículo sobre los mejores atardeceres desde Rías Baixas y que podrás disfrutar, plenamente, desde este maravilloso hotel. ¿Buscando sitio para comer o cenar por la zona? Descubre mi guía con los mejores cinco restaurantes de Rías Baixas: buenos, bonitos y baratos.

Recuerda que si quieres seguir viajando seguro, el uso de mascarilla es obligatorio; llevarla es una señal de respeto. Mantén distancia de seguridad y sigue las indicaciones de las autoridades sanitarias. Te animo a descargar la aplicación RadarCOVID, del Ministerio de Sanidad, donde a través de señales Bluetooth anónimas, puedes saber si has estado en contacto con un positivo en un hotel, visita guiada, restaurante, etc y notificar, en caso necesario, tu positivo.

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