3 restaurantes imprescindibles (y baratos) en Estocolmo | OPINIÓN

Que Estocolmo es una ciudad cara lo sabe todo el mundo. Aunque hay multitud de alternativas fast-food y similar, a veces se hace complicado degustar la típica gastronomía escandinava sin dejarse un riñón. Por eso, hoy os traigo la reseña de tres restaurantes que visitamos durante nuestra escapada a la capital sueca. Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Si al cambio de euro a corona le sumamos que toda Escandinavia es mucho más cara que el resto de Europa (supera con creces a Viena, y Austria en general), comer o cenar se convierte en un lujo que el viajero low-cost no puede permitirse. Además, muchas veces, los restaurantes más baratos son de un estilo definido, de baja calidad y sin apenas opciones locales. ¿Crees que es imposible encontrar bares donde cenar barato en pleno centro de Estocolmo? No te preocupes, sigue mis recomendaciones. Al igual que hice con los tres restaurantes buenos, bonitos y baratos que no debías perderte en Viena, vamos a ver que comer o cenar en un restaurante en la capital sueca no tiene por qué significar un desembolso significativo de dinero.

Restaurang London

Ponte en situación: estás en el centro de Estocolmo y te apetece cenar o comer algo, descansar un rato y no quieres tirar de las míticas cadenas de comida rápida. Los restaurantes de la zona son tipo cocina francesa o escandinava con una carta donde lo más barato no baja de 20€, bebida y postre no incluido. ¿Solución?

Pues el bar Restaurang London. Ubicado en Bryggargatan, 2, paralela a T-Central (la estación intermodal central de la ciudad), ofrece especialidades tanto de la cocina sueca como de la inglesa. El servicio es sumamente diferente al que estamos acostumbrados en España ya que, una vez llegas, no tienes que pedir una mesa (como suele ser habitual) sino dirigirte directamente hacia el mostrador y encargar tu comida. Tienes un cartel en pizarra (eso sí que es muy español) con todos los platos principales: desde las albóndigas suecas hasta codillo o pescado.

No hemos visto que los suecos pidan un entrante así que directamente pedimos los platos principales que, en mi caso, fue una hamburguesa (sí, todo muy básico y poco sueco…). La verdad es que no puedo decir que la presentación haya sido la mejor del mundo, pero de sabor sí que estaba buena. ¿El precio? Aún mejor: unos 10-11€ al cambio.

Cuenta con baños gratuitos para clientes (no, no tienes que pagar nada a pesar de que en la mayoría de los sitios sí) así como servicio de agua en jarra gratuito donde simplemente puedes levantarte y cogerla. Con esto nos estamos ahorrando gastar en un refresco o cerveza y, para colmo, el agua de la ciudad está realmente buena.

Sjöcafeet

De Sjöcafeet os he hablado en mi entrada sobre el parque Skansen, en la isla de los museos. Pero, como me gustó tanto y me sorprendió lo barato que fue todo, más teniendo en cuenta la zona, os lo traigo con más detalle ahora.

Pues bien, si estás en la isla de los museos, donde puedes visitar tanto el Skansen como ya te comenté, así como el parque de atracciones de la ciudad o el museo Vasa, puede que quieras hacer un alto para comer o cenar (comer, dado los horarios de la zona).

En la parte del puerto que llega hasta la isla hay multitud de puestos de cocina internacional pero sus precios son prohibitivos, y con cierta tendencia al atrapa-turistas. En cambio, una vez pasas el puente, te encuentras una especie de terraza y bar pequeñito, que también ofrece servicios turísticos. Debo reconocer que entré en este sitio convencido que iba a pagar por comida congelada a un precio estratosférico pero, la primera sorpresa, fue el precio de sus pizzas que rondaban los 11-14€ cada una.

Serán congeladas, me dije. Pero no. El servicio, de nuevo, es pedir en el mostrador y, si bien no te dan ningún identificador, puedes tomar asiento tanto en el interior, como en la coqueta terraza (cuentan con una terraza cubierta calefactada) y te llevan a tu mesa el pedido.

En nuestro caso, y como podéis apreciar en la foto, las pizzas no tienen nada que envidiar a las de restaurante italiano. Eran de masa fina pero con ingredientes de calidad y, ¡mirad que tamaño! En España, por una pizza así, pagaríamos 12€ perfectamente y, lo curioso es que tengan ese precio en una ciudad cara y en un sitio tan sumamente turístico como este.

Disponen de servicio de cafetería, hamburguesas y arroces. En la zona exterior cuenta con un espacio de cócteles y cafés con bebidas alcohólicas. Sus baños son también gratuitos pero de uso exclusivo para clientes. El trato del personal, por cierto, fue sumamente amable a pesar de la cantidad de gente que había.

Motel L Pub & Sports Bar

Este pub se encontraba justo en el local de nuestro hotel en la ciudad. Era nuestra última noche en la ciudad y estábamos algo cansados como para volver al centro para buscar un sitio donde cenar o tirar de una cadena de comida rápida por lo que, para darnos un capricho, decidimos probar este pub.

Sorprende que en pleno partido de Suecia contra Noruega en la televisión, disputándose en el cercano Friends Arena, la gente del bar estuviese sumida en un silencio sepulcral. La decoración es la típica de tasca inglesa o escocesa, tipo sport bar, con servicio de comidas así como amplia carta de cervezas y cócteles (aunque a precios desorbitados). Ofrecen, además, snacks para disfrutarlos mientras vemos el partido.

En nuestro caso, nos sentamos en una de las mesas junto a la ventana y pedimos la carta. Se basa, como en casi todos los sitios, en comida escandinava (las albóndigas están en todos los sitios) así como comida internacional. Si bien es cierto que no es muy amplia, es lo justo para poder escoger entre varias opciones y no tener la sensación de que les falta algo.

Como podéis ver en la foto, nos decidimos por un schnitzel, el filete de cerdo empanado y que se cocina en mantequilla, sirviéndose con ensalada de patata (a día de hoy no he conseguido dar con la receta perfecta). La presentación era muy buena, el filete es de buen tamaño y no quedas con hambre. El precio rondaba los 13€ cada uno, y puedes pedir jarra de agua gratuita, haciendo que el gasto se reduzca considerablemente.

Un extra: Vapiano

Aunque os he hablado largo y tendido sobre esta cadena de restaurantes aquí, solo me gustaría comentaros que en Estocolmo hay varios Vapiano repartidos por la ciudad: uno en la zona de la estación y otro en el barrio de Södermalm, cercana a nuestro hotel. Como os comentaba, esta cadena de origen alemán, ofrece productos y platos italianos a buen precio, con una dinámica de servicio similar en toda Europa y unos precios que apenas tienen variación, por lo que se postula como una alternativa a tener en cuenta por nuestros viajes por Europa.

Como veis, comer o cenar de restaurante en Estocolmo no tiene por qué suponer un gasto excesivo de nuestro presupuesto de viaje y podemos disfrutar de un capricho de vez en cuando. Existen, seguro, cientos de restaurantes buenos, bonitos y baratos por el centro e, incluso, en pleno Gamla Stan (el casco histórico) pero ya sabéis que solo escribo de lo que he probado. Por otro lado, veréis que hay multitud de establecimientos MAX: es una especie de McDonald´s sueco, con gran aceptación y que, según dice, ofrece comida de calidad a pesar de ser tipo fast-food. Desconozco si están realmente buenas sus hamburguesas pero lo indiscutible es que hay un MAX en casi cada esquina (y más en zonas de tránsito como paradas de metro o la estación de trenes).

Espero que os haya gustado esta última entrada. ¿Cuánto sueles gastar en comida a lo largo de tus viajes? ¿te concedes caprichos o prefieres utilizar tu presupuesto en otras actividades? Os leo, como siempre, en el apartado Comentarios que encontrarás debajo.

Recuerda que las opiniones aquí vertidas son fruto de experiencias propias y, en ningún caso, objeto de promoción intencionada. Puedes seguirme en redes sociales para estar al tanto de las últimas novedades:

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