En Asturias tenemos playas idílicas, bosques que parecen sacados de escenarios de película, ríos de aguas cristalinas y cimas legendarias donde solo los más valientes llegan pero, ¿sabías que contamos con un lugar donde, en medio de la nada, hay un restaurante? ¿y que su mascota es una cierva? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!
Ubicado en el concejo de Nava, en plena Comarca de la Sidra, Les Praeres se abren como una campa muy utilizada por ganaderos locales para dejar los caballos en lo alto del monte. Zona bastante desconocida por los propios asturianos, se convirtió en un lugar popular a raíz del fin de etapa en La Vuelta 2018.
Con el fantástico telón de fondo que es la sierra de Peñamayor, existen multitud de senderos para ser recorridos por toda la familia, ya que son anchos (auténticas pistas forestales), sin ningún tipo de peligro y con unas vistas panorámicas impresionantes.
¿Cómo llegamos?
La verdad es que debemos dirigirnos, primero, hacia Nava, por la nacional N-634. A partir de aquí, está señalizado (perfectamente) el camino hacia Les Praeres.
Existen dos opciones, dejar el coche abajo o subir con él. Si bien es cierto que la pista está preparada para vehículos tipo todoterreno, y quizás alguno que sea un poco alto, personalmente creo que lo mejor sería dejar el coche abajo. El ascenso no es complicado, no tiene dificultad y os permitirá ir apreciando la naturaleza que os rodea. Además, de esta forma, estaríamos evitando que el camino se estropee, haya un exceso de ruidos y contaminación y, en definitiva, un desgaste medioambiental a un espacio que debemos preservar al máximo dada su belleza.

¿Y una vez arriba?
A diferencia de otros lugares donde terminar, ascender o hacer cumbre, suele ser la propia recompensa, en Les Praeres nos topamos con un restaurante con comida tradicional. Sí, sí, lo que leéis. En lo alto, en la zona de praderas, hay una serie de cabañas de gran tamaño donde, una de ellas, se ha reconvertido como restaurante en plena montaña.
Nosotros tuvimos la oportunidad de probar su oferta gastronómica la cual se basa en productos dela zona destacando sus carnes y, por supuesto, fabada. No os puedo ofrecer fotografías ya que, de aquella, aún no tenía el blog pero sí que podéis creerme cuando os digo que estaba todo muy rico, el trato es muy bueno y, por supuesto, si quedases con hambre, puedes repetir. No es que el espacio sea muy grande, por lo que te recomiendo que reserves mesa. ¿El precio? Nada caro dada la situación donde se emplaza.
Este concepto de lodge lo hay en otros lugares como en los Alpes, donde a pie de pista, puedes disfrutar de un contundente plato caliente en una cabaña suiza (de postal). Lo que es más curioso, si cabe, es la mascota de Les Praeres: ¡una cierva!

Pero… ¿cómo que una cierva?
Algunos tienen perros. Otros gatos. Aladino, dueño del restaurante, tiene una cierva. Y con una bonita historia detrás ya que fue ella la que hizo que dejase de cazar. Un día encontró, moribunda, una cervatilla y, viendo que su madre no volvía para darle de comer, decidió hacerse cargo de ella. Según sus propias palabras, encontrar a Bambi le enseñó la bondad de los animales y, desde entonces, no caza.
Lo bueno es que Bambi está totalmente en libertad. Es ella la que nos da la bienvenida y la que deleita a los más pequeños, pero en ningún momento se expone como un trofeo o como un reclamo en sí misma. Pasta tranquilamente por Les Praeres, se acerca a ver si tienes algún snack y vuelve tranquilamente a la pradera. Bambi es, además, estrella de cine ya que participó en la película Atrapados de Luis Trapiello.

Y para bajar la fabada… ¡botas puestas!
Ya se antes o después de comer en el bar, lo mejor que podemos hacer es continuar explorando la zona de Les Praeres así como la sierra de Peñamayor. Desde aquí, como os comentaba al principio, parten varios senderos que os permitirán subir hasta zonas donde las panorámicas son impresionantes. En días despejados, podríais llegar a ver la rasa costera.

Nosotros bordeamos el pico Redondo, aunque si continúas por el camino más grande y/o principal, llegarías al collado de Peñamayor, pudiendo hacer cumbre en la Peñamayor, a 1148 metros (desnivel de unos 400 metros). Según he podido leer, es una ruta asumible, sencilla y con las precauciones propias de la montaña, no debería suponer un peligro para nadie.
Los más tranquilos siempre se pueden quedar con Bambi, el café de pota y disfrutando de una agradable charla con Aladino.

¿Conocías la historia detrás de Bambi? ¿Visteis el final de etapa de La Vuelta ese año? Nos leemos, como siempre, en el apartado Comentarios.
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7 comentarios sobre “Les Praeres, Nava: el hogar del Bambi asturiano”