Hotel Dolomit, Múnich | OPINIÓN

Durante nuestro viaje a Múnich y Austria el pasado puente de Diciembre, tuvimos que dormir cada noche en un hotel distinto y, por ello, hoy os traigo la reseña del primero en la capital de Baviera. ¿Quieres saber si merece la pena? ¿Buena relación calidad-precio? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Como ya os comenté en otros posts, el viaje a Múnich en diciembre tenía una intención clara: servir como base de operaciones para visitar el pueblo más bonito de Austria (y puede que de Europa): Hallstatt.

Necesitábamos tener la estación de trenes cerca por lo que busqué un alojamiento a buen precio por el entorno. Las opciones habituales low-cost como Meininger o Ibis estaban completas o, por contra, tenían precios desorbitados. Me esperaba, en realidad, esta situación ya que la zona de Baviera es un foco turístico todo el año (partidos de fútbol internacionales, Oktoberfest…) pero es que, durante el período navideño, sus mercados son de los más conocidos a nivel mundial.

Por suerte, después de mucho buscar a través de Booking.com encontré un alojamiento sencillo, con buena pinta, económico y que con apenas dos estrellas parecía cumplir perfectamente la idea de dormir, ducharnos y desayunar algo para coger el primer tren de la mañana. Dicho y hecho, ¡reserva realizada!

Llegamos a la estación, toca buscar el hotel

Quienes hayáis visitado Múnich sabéis de que os hablo. El entorno de la estación central de la capital bávara es, sin duda, un hervidero de hoteles y hostels, de todas las categorías, precios y cadenas. La oferta es tal que apenas hay edificios de apartamentos y en los alrededores solo ves restaurantes, cafés y alguna que otra discoteca.

El Dolomit se encuentra, literalmente, a dos minutos caminando de la estación, saliendo por su lado izquierdo (por la zona del Burger King), por lo que no tiene pérdida. Se encuentra en un barrio de inmigración, principalmente, pero lejos de convertirse en una zona conflictiva, la verdad es que puedes pasear sin problema, con una intensa actividad nocturna para todo tipo de públicos (desde un elegante piano-bar a un club de striptease).

El edificio, por fuera, tiene un aspecto muy berlinés: sin ningún tipo de decoración, con el letrero en luz neón azul, con un aspecto de los 70’s que no presagia nada bueno. La recepción, asimismo, es pequeña y cuenta con una nevera por si queréis comprar algún tipo de bebida. También disponen del típico stand con diferentes ofertas y actividades atrapa-turistas.

Vistas desde nuestra habitación

Subimos a la habitación…

Y, ¡tachán! El aspecto exterior es solamente eso, fachada. La verdad es que la habitación es más que correcta para el precio que hemos pagado, con un baño que me ha recordado mucho al de nuestro hotel en Berlín: una habitación pequeña, con un diminuto armario pero que, en realidad, era bastante luminosa. Dado que estaríamos muy pocas horas, y que estábamos agotados después de tanto vuelo (casi perdemos nuestra conexión en Lisboa por un retraso, de nuevo, con TAP).

Habitación del Dolomit

Hora del desayuno

El hotel ofrece desayuno buffet pero, lo curioso, es que no se ubica en el mismo edificio sino en el lobby del hotel Cristal, de cuatro estrellas, y perteneciente a la misma cadena (parece más bien una empresa familiar bávara, con algún restaurante por el entorno).

Nos sorprendió gratamente ya que, si bien tienes que salir del edificio y doblar la esquina, hemos podido pagar un desayuno buffet de un hotel de cuatro estrellas al precio del de uno de dos, por lo que nos ha merecido la pena.

El desayuno está sumamente bien, completo y, aunque la zona de los cafés no es para nada fluida (una cafetera que tarda años en servir un café) es cierto que ofrece platos calientes interesantes, con multitud de salsas, así como dulces donde destacan los bretzel, las “rosquillas” alemanas por excelencia. Disponen, además, de varios tipos de zumos aunque no son recién exprimidos (definitivamente, en Europa un zumo de naranja recién exprimido es un lujo… poco lo valoramos en España).

Todo bien mezclado

¿Recomendable?

La noche en este hotel nos salió por 126€. ¡Sí, es muy caro! Pero créedme que los precios en Múnich esos días no bajaban de los 200€ noche… y teníamos que estar cerca de la estación. El precio por una noche normal, un fin de semana o en otro período, se reduce a la mitad (lo he comprobado por curiosidad) y, como os digo, puede ser buena idea si lo que buscáis es un alojamiento céntrico, que te permita descansar para descubrir Baviera, los Alpes alemanes o la vecina Austria.

Tiene buena relación calidad-precio y, si bien no aporta ningún extra al viaje, cumple su función principal. Además, el hecho de disponer de un desayuno de lujo a precio de cafetería es, sin duda, un punto a su favor.

Baño de la habitación. Pequeño pero funcional

Y vosotros, ¿conocías el hotel Dolomit? ¿habéis anteriormente en Múnich? ¿os ha parecido una ciudad cara durante el período navideño? Recuerda que siempre os leo en el apartado Comemtarios que encontraréis más abajo.

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2 comentarios sobre “Hotel Dolomit, Múnich | OPINIÓN

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