Hoy os traigo una de esas entradas que presta hacer. Os quiero hablar del valle de Laciana, ese que me ha cautivado y del que hoy os muestro un poquito más: la lechería La Popular, de donde nació Mantequerías Leonesas, es nuestra nueva parada. ¿Sabíais que sus mantecas eran una de las más afamadas en Bélgica? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!
Como os digo siempre, algo tiene la Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana que enamora. Su pasado minero e industrial convive a la perfección con la ganadería y el sector primario y, pese a las dificultades actuales, Laciana sabe aprovechar sus recursos naturales, invitando al viajero a una escapada perfecta con un montón de actividades para realizar, donde el turismo de experiencias gana especial protagonismo.
¿Conocemos la lechería?
¡Vamos allá! La lechería La Popular se encuentra en la localidad de Sosas de Laciana, un pueblecito con encanto en el monte rodeado de frondosos bosques de robles y hayas donde puedes hacer casi de todo: comer, descansar, visitas, actividades de turismo activo…
Junto a un pequeño aparcamiento a la entrada del pueblo podéis dejar vuestro vehículo y, sin pérdida, tomar el sendero que lleva hasta la lechería. Apenas deben ser unos 300 metros hasta que te encuentras con el puente que cruza al otro lado, donde está el molino y la lechería propiamente dicha.
Una lechería que está de cumpleaños
¡Pues sí! La lechería La Popular se creó en 1920 gracias a la familia Sierra-Pambley con la idea de utilizar el exceso de leche que se obtenía de la ganadería local, con especial protagonismo de las vacas de la raza mantequera leonesa. Su leche, rica en grasas, sería ideal para crear la mantequilla que pronto sería reconocida a nivel europeo.
El edificio se conserva prácticamente igual que hace unos cuarenta años, cuando su actividad cesó. Hoy en día, prácticamente todas las piezas expuestas son originales a excepción de las pequeñas vasijas donde se estudiaba el contenido graso de la leche.
Con motivo de su centenario, las promotoras de la iniciativa de La Popular (Angélica, de Globosfer y Magali, de Este es mi valle) nos invitan a una serie de eventos que tendrán lugar en el entorno de la lechería y que prometen activar, de forma definitiva, la promoción de esta joya hidráulica en España.
¿Única en España?
La Popular es la única lechería hidráulica en activo en España en estos momentos. Haciendo uso de las frías aguas que terminan vertiéndose en un todavía poco caudaloso Sil, esa será la fuerza electromotriz que permite que se realice un batido adecuado y un proceso artesanal, a la vieja usanza, de la leche, obteniendo una mantequilla con un sabor único, potente y lleno de matices. Nada que ver con lo que tomamos cada mañana en las tostadas.
¿Hacemos una pequeña visita?
Las visitas guiadas se pueden realizar todos los domingos de 12 a 14 a lo largo de todo el año y, durante los meses de julio y agosto, también los miércoles de 16 a 18. El precio de la entrada es de 3€ y, en los meses cálidos, está disponible la opción de un recorrido por todo el entorno de Sosas con la idea de conocer el pasado de la zona, incluyendo las tumbas antropomórficas o la iglesia. ¡No os lo debéis perder!
En sí la visita dura unos cuarenta y cinco minutos y nuestra guía Angélica no escatima en detalles que hacen que nuestra visita sea del todo fructífera. Comenzamos hablando del pasado de la lechería y por qué en esta zona se hizo una edificación como esta. A partir de aquí pasamos a conocer, de primera mano, los diferentes artilugios disponibles y que, como os digo, se conservan en perfecto estado.
Lo primero que vamos a descubrir es la centrifugadora donde se analizaba la riqueza en grasa de la leche y, con eso, se pagaba al ganadero en función de la riqueza y pureza de la misma. Como si de una centrifugadora moderna de laboratorio se tratase, las revoluciones permitían depositar la grasa en el fondo dejando el suero en la parte superior.
La báscula y el caldero ejercían de instrumentos de medida de la cantidad de leche aportada y era desde aquí donde se vertía hacia el calderín. Este artilugio, recubierto con agua a modo de baño maría, permitía calentar la leche con destino a la desnatadora. Tal y como apuntaba Angélica, debemos tener en cuenta que ese agua estaba caliente por lo que en ningún momento se desperdiciaba, dada la escasez de agua caliente en la época.
En la desnatadora se producía la separación de la nata respecto a la leche; esta, desnatada, recibía el nombre de debura y era utilizada, principalmente, para alimentar y engordar a los animales. Toda la nata obtenida se depositaba en la feridera giratoria donde el ingenio hidraúlico permitía que esa nata se convirtiese en manteca de primera calidad.
Un último paso, en el malaser, se hacía para lavar la manteca. Cada mantequilla pertenecía a un ganadero por lo que, para evitar confusiones, se «etiquetaba» con unas palas con una serie de símbolos que, a modo de marca, permitían la distinción entre unas y otras.
En La Popular se conserva, asimismo, un pequeño librito perteneciente a un ganadero del pueblo donde se anotaban los precios a los que se vendía la leche a modo de balance de cuentas. Además, es posible ver las cajitas originales donde se guardaba esta mantequilla que, como os digo, tenía fama especial tanto en Madrid como en la capital belga.
Y es que gracias a la buena calidad y buen hacer en el producto, pronto esta mantequilla sería uno de los gérmenes de los productos gourmet leoneses en plena calle Alcalá donde Mantequerías Leonesas, nacida en Villager en Laciana, abriría una sucursal donde, al margen de la manteca, se vendían embutidos, quesos… ¡Todo un lujo para aquella época!
No tenía ni idea…
Ya os dije que el valle de Laciana guarda secretos que el viajero común debe conocer y que sus habitantes intentan que cada vez mayor número de viajeros conozcamos. No hay mejor plan para un fin de semana que acercarse a conocer esta zona, en plena montaña leonesa, con paisajes de infarto y un sinfín de actividades para realizar que, muy pronto, os comentaré por aquí.
Gracias de nuevo a Angélica y Magali por abrirme las puertas de La Popular y permitirme degustar su fantástica manteca artesanal (que, por cierto, podéis comprar allí mismo a un precio de 4€). Da gusto trabajar con gente tan implicada desde el minuto uno en el objetivo común de dar a conocer las joyas escondidas de nuestro entorno.
Si además estás buscando sitios donde comer bueno, bonito y barato, no te pierdas las diferentes entradas que tengo sobre restaurantes de la zona como, por ejemplo, esta sobre El Campillo (al lado de la lechería), esta sobre La Bolera de Robles y esta sobre La Campanona, ya en Villager. Si buscas planes por la zona, te invito a conocer la Vía Verde de Laciana en este artículo así como la visita a la cervecera 12-70, muy cerca de la lechería.
¿Conocías esta preciosa lechería? ¿Habéis estado ya en el valle de Laciana? Recuerda que siempre os leo en el apartado Comentarios.
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