Lo diré una, dos y las veces que haga falta… escribo sin basarme en polémicas políticas que poco o nada importan y que hacen que caigamos en un debate absurdo lejos de encontrar soluciones. ¿Quieres conocer el por qué de este titular? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!
¿Entrada polémica?
Parece que últimamente estoy haciendo mitad reseñas sobre mis experiencias y mitad entradas donde doy mi opinión sobre situaciones que vivo en mi entorno, como cuando escribí sobre qué me gustaría encontrarme en Oviedo estas Navidades (y parece que alguna cosa está a día hoy, ¡genial!) o sobre la situación del aeropuerto de Asturias.
Pues bien, en este caso, y desde estas humildes líneas, quiero dar un poquito de voz a los vecinos del Alto Nalón que viven, desde hace mucho tiempo, situaciones límites respecto a las comunicaciones. Y no me refiero sólo a las comunicaciones por carretera (descartemos el tren, ni está ni se le espera) sino a las comunicaciones más básicas como el acceso a internet o el teléfono.
En los últimos días, Asturias (en realidad toda España) ha estado en alerta por fuertes vientos y, en determinados lugares, nevadas importantes. Los concejos de Sobrescobio y Caso, sin ser zonas de difícil acceso, en altitudes elevadas o con algún problema en particular, han vivido unos días antes de Navidades una auténtica pesadilla.
Deslizamientos de tierra, cortes prolongados en el teléfono, luz e internet… la sensación de un abandono por los responsables más cercanos así como de aquellos que deberían hacer su correcto trabajo desde Oviedo. Lejos de demagogia barata, se me hace duro ver como vecinos a los que conozco y que aprecio, con negocios de hostelería (que viven en estos días su particular agosto) se encuentran desamparados ante la falta de medios. Pagan sus impuestos igual que los que vivimos en la ciudad pero sus servicios, en cambio, se reducen al mínimo sólo por el hecho de encontrarse a 50 kilómetros de Oviedo. Un precio un poco alto, ¿no?.
Son los políticos, de todo signo, los que en épocas de elecciones se pasean, panfleto en mano y sonrisa forzada, por las diferentes aldeas del Parque de Redes. Promesas que luego se convierten en quizás, y buenas intenciones que, una vez se ve la imposibilidad de realizarlas, quedan en un cajón. Lejos de los alcades de estos municipios, ¿dónde está el resto de concejales? ¿Por qué ninguno se planta en la Junta? No seré yo quien diga que todos los políticos son iguales, eso sería lo fácil, pero repito que la sensación de desamparo es latente entre estos vecinos que no piden ser más que nadie, pero tampoco menos.
Y, como siempre, os hablo de experiencias propias. Olivia Poli, quién regenta el Restaurante y Hotel Casa Zulima, en Caleao, no entiende como, a día de hoy, a las puertas de 2020, Caleao y el resto de pueblos y aldeas del entorno, se encuentran en una situación de semiabandono así como de aislamiento. Recursos no les sobran, más allá de la propia belleza del Parque pero, inexplicablemente, parece que desde la Junta se hace caso omiso a las reinvidicaciones de estos vecinos.
Bueno… pero por unos días sin teléfono… vaya drama
¡Hombre! Me gustaría verte a ti cuando tu negocio, ese mismo por el que luchas día a día y en constante esfuerzo, se ve discriminado por la falta de medios básicos que permitan realizar correctamente tu trabajo.
Entiendo, por supuesto, que en situaciones de alerta roja como las vividas estos días se pueden dar casos puntuales que dejen a diferentes pueblos incomunicados, con deslizamientos de tierras, vías inundadas (como la zona de Caboalles) o similares pero, en los últimos años (y casi me atrevo a decir décadas) el Parque de Redes ha sido el gran olvidado. Hecho que, por cierto, se comenta en diferentes grupos de redes sociales en los que, con orgullo, participo.
Y es que, no sólo la escasa red de comunicación acorde a la década que comenzamos es una de las reivindicaciones de vecinos. En los últimos años parece que el proyecto del uso recreativo de los embalses de Rioseco y Tanes ha quedado, y nunca mejor dicho, en dique seco. El silencio y secretismo de estos proyectos se une a unas justificaciones bastante pobres que impiden el uso de lanchas no motorizadas en los diferentes embalses. No quiero ser mal pensado pero, una correcta gestión de las masas de agua permitiría dinamizar una zona que pide a gritos su conversión más allá de la ganadería. Ejemplos claros se pueden tomar con el Pantano de Arija, en Burgos, entre Cantabria y Castilla y León; este embalse cuenta con un entorno protegido, siendo Zona Húmeda Catalogada no tiene impedimento para establecer, en los últimos años, una serie de pasarelas y zona de autocaravanas para dinamizar el turismo de la comarca y, por supuesto, pantanales recreativos. ¿Qué diferencia a Campoo de Yuso de Tanes? Pues no lo sé (y si hay alguien que lo sepa que me lo explique, por favor).

Y como digo, todo esto sumado al proyecto de la carretera entre Campo de Caso e Infiesto, la situación actual de la carretera del Puerto de Tarna (abandonada a su suerte… aquí no hay estación de esquí que nos salve), el desfalco de fondos perdidos en la Casa del Urogallo, o el fallido Hospital de Fauna Salvaje (con su sobrecoste de 2.5 millones de euros y que permanece abandonado) así como la cantidad de procedimientos administrativos que se encuentran los vecinos para realizar cualquier desbrozo o trámite sencillo hacen que, desde mi punto de vista, sea necesario la reestructuración del concepto del Parque Natural de Redes desde sus cimientos. ¿Será el hecho de pertenecer a una zona protegida el primer impedimento de la comarca para su principal desarrollo? ¿Cómo quieren que la España Vaciada se recupere si no se garantiza, a gente joven como yo por ejemplo, unos servicios básicos que permitan desarrollar la carrera profesional alejados de las ciudades y en entornos priviligegiados como el de Redes? Ejemplos de sinergia entre campo y turismo, con una gestión adecuada y eficiente los encontramos en zonas de Pirineos así como en Alpes donde, dentro de las diferencias propias del entorno, podríamos copiar sistemas de gestión asociados a experiencias agroalimentarias, avistamiento de especies protegidas, deportes extremos y alojamientos wellness que permiten dar un plus de calidad a la oferta que ofrece, en la actualidad, el Parque. ¿POr qué parece que nos tiramos piedras unos a otros? ¿Por qué quienes deberían dar soluciones, dan problemas?¿Cómo puede ser que tenga tan difícil vivir la experiencia de poder dormir solamente una noche en una cabaña en Redes, uno de mis sueños desde bien peque?
Sé que estas líneas no llegarán lejos pero desde aquí, desde la capital: Redes, no estáis solos.
Si quieres conocer más sobre las joyas que esconde este Parque te animo a que eches un vistazo a mi entrada sobre la Ruta del Tabayón de Mongallu, en Tarna, así como el Desfiladero de los Arrudos, desde Caleao. Una ruta muy interesante y sencilla es la subida hasta Brañagallones, el tesoro mejor guardado de Redes.

Recuerda que las opiniones aquí vertidas son fruto de experiencias propias y en ningún caso objeto de promoción de los restaurantes u hoteles citados. Asimismo, puedes seguirme en redes sociales para estar al tanto de las últimas novedades
- Facebook (Mochila de Cromo)
- Instagram (@Mochiladecromo)
- Twitter (@mochiladecromo)
- YouTube (Mochila de Cromo)
¡Nos leemos!