Si tienes pensado realizar un viaje a Hallstatt, el idílico pueblo austríaco, desde Múnich o Viena tienes que saber que, aunque algo tedioso, es fácil llegar hasta ahí en transporte público y sin dejarse un riñón. ¿Quieres conocer cuál es la combinación más fácil y económica? ¿Quieres saber cómo lo hice yo? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!
Pero, ¿qué es Hallstatt?
Quizás el nombre no te suene demasiado pero si te hablo del típico pueblo que aparece en casi todas las fotos de Instagram y Facebook como uno de los más bonitos del mundo, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que reposa tranquilo a orillas de un lago rodeado de las enormes moles rocosas que componen los Alpes austríacos, puede que ya te suene algo más.
El pueblo en sí es un cocada, muy bonito y con puntos fotográficos espectaculares más allá de los más típicos y conocidos pero, sobre mi experiencia allí, que incluyó una noche en el hotel boutique Fénix Hall. Hoy hablaremos como llegar de la forma más barata y cómoda posible, con enlaces eficientes entre las diferentes estaciones.
Estoy en Múnich y lo veo tan lejos…
En realidad la distancia entre Múnich y Hallstatt es pequeña si tomamos una línea recta pero, obviamente, el transporte hace que el tiempo se modifique dependiendo del transporte que más nos interese.
Obviamente, si alquilas un coche o tienes disponible tu propio vehículo, este artículo no te será demasiado interesante. Sólo decirte que Múnich se encuentra a unas dos horas y media de Hallstatt y que, para moverse por Austria, es necesario que te hagas con la vignette, una pegatina obligatoria que te permite el uso de todo tipo de carreteras y que debe adquirirse ANTES de entrar en el país. Les dará igual que seas turista o no… la multa te llegará igualmente.
Pero, ¿has valorado tomar el transporte público? Me sorprende como parte de Europa, y en concreto esta zona, tiene muy interiorizado el uso de trenes y buses y, es que lejos de la situación que tenemos en España, la intermodalidad en Austria está garantizada, en transportes cómodos y a buen precio, siempre que sepas organizarte bien. Además, debes tener en cuenta que alquiler un coche, aunque al principio sea más económico que el transporte público, no incluye la gasolina así como la fianza que debes depositar antes de recoger el coche. Por otro lado, y no menos importante, no puedes disfrutar de las vistas de los Alpes así como de la zona más oriental de Baviera al ir pendiente de la carretera. En cambio, debo reconocer que el coche te permite tener una libertad de movimiento difícilmente comparable a la que te proporcionaría el hecho de tener que depender de transporte público.
Vale, ¿y cómo llego desde Múnich hasta Hallstatt?
Debes tener en cuenta que existen dos alternativas de duración similar y con un precio más o menos parecido, que dependiendo de los horarios que escojas, tendrás para decidirte entre una u otra o, en el peor de los casos, solo podrás tomar una.
Desde Múnich es necesario coger hasta tres trenes con diferentes paradas en estaciones austríacas y con una duración de la escala que roza los diez minutos. Tranquil@ porque es tiempo de sobra y, a partir de Salzburgo, todos vamos hacia el mismo sitio, por así decirlo.
Lo primero que debes saber es que puedes comprar tus billetes de tren desde la propia web de ferrocarriles alemanes. Esta web, en español, te permite conectar la capital de Baviera hasta el ídilico Hallstatt con una duración de unas cuatro horas y media, y un precio medio por persona de unos 30€.
Saliendo de Múnich, desde el andén 12, en un tren muy cómodo, llegarás tras hora y media a Salzburgo. Disfruta del paisaje mientras degusta un café (cuenta con vagón restaurante/cafetería) ya que, si te pones en el lado izquierda una vez entras, tendrás una vista espectacular de los montes cercanos a la considerada capital de los Alpes (para los austríacos, claro está: Innsbruck). Además, las cabañitas rodeadas de campos verdes casi fluorescentes te transportarán a un cuento de navidad. ¿Dónde está Heidi?
En Salzburgo te toca hacer un cambio de tren hacia un regional de categoría superior, que también cuenta con vagón restaurante y que ya pertenece a la compañía austríaca de ferrocarriles OBB. Tu destino, a sólo 30 minutos desde Salzburgo, es la estación de Attnang-Puchheim. Debes tener en cuenta que, aún así, la estación de Salzburgo suele tener bastante gente por lo que no te demores demasiado en hacer el cambio. Si, por ejemplo, necesitas ir al baño, ten en cuenta que los vagones cuentan con servicios y, en caso de querer comprar algo de bebida o comida, tienes el vagón restaurante (aunque los precios son prohibitivos).
Ya hemos llegado a Attnang-Puchheim
Pues ahora toca hacer el último cambio a un tren regional tipo Cercanías de Renfe o de los que tiene Feve aunque mucho mejores. No cuenta con vagón cafetería pero sí con servicios.
Lo más espectacular sin duda es el recorrido de más de una hora y media que, si bien puede parecer largo, se torna espectacular a medida que vas dejando atrás diferentes lagos y descubres pueblecitos de cuento enclavados en valles de postal. Una vez hayas pasado la población de Bad Ischl (recuerda este nombre para la vuelta), tomarás el último tramo del recorrido, sin cambiar de tren, y en una única vía. Estás muy cerca de Hallstatt ya… de hecho, mira a tu derecha, al otro lado del lago que se abre ante tus ojos está, a lo lejos, el pueblecito por el que te has metido en toda esta odisea… ¡Hallstatt!
¿La estación está en el pueblo?
No, la estación se encuentra al otro lado del lago. Te queda un viaje de apenas cinco minutos en barco hasta el embarcadero de Hallstatt. No me podrás negar que es totalmente idílico… llegar en barco, con una perspectiva única que el coche no te ofrece. Las casitas de madera que tantas veces has visto, la iglesia con su característico campanario, el mirador Skywalk al lado de las minas de sal así como la cascada que, en estas fechas, baja con abundante caudal y cuyo arroyo vertebra el pueblo.
El precio del billete del barco es de 3€ ida y 6€ ida y vuelta por lo que no hay ahorro de ningún tipo así que, si quieres, puedes comprar en el mismo momento la ida y vuelta.
¿Pero, qué trenes cojo? ¿De dónde salen? Estoy perdid@
¡Tranquil@! Como os dije antes, la web de ferrocarriles alemana es sumamente eficiente y, aunque cojas trenes austríacos, puedes comprarlo todo desde el mismo sitio. Aquí, una vez confirmes tu compra, te llegará al mail un billete que puedes imprimir o guardar en QR si tienes la aplicación de los ferrocarriles alemanes. No existe la posibilidad de tener wallet para dispositivos iOs.
En este billete aparece muy explícitamente toda la numeración de los trenes que debes tomar, indicando incluso el andén desde el que salen y al que llegan. No te pongas nervioso/a, ya que solo tienes que seguir las indicaciones del horario. Además, como ya os comenté, el tiempo entre conexiones es de unos diez minutos. Da tiempo de sobra.
¿Y volver? ¿Lo mismo?
Pues si quieres una opción aún más económica, puedes hacer la combinación tren + bus. En este caso, el precio se rebaja bastante, aunque a nosotros nos salió un poquito más caro de lo habitual al ser un domingo de tarde, ya que tuvimos que coger un tren desde Salzburgo a Múnich en plena hora punta. Aún así, para otro día cualquiera, es una opción más que recomendable.
El recorrido comienza en el embarcadero de Hallstatt, donde de nuevo deberás comprar tu billete al personal de la naviera. No hay taquilla, se compra directamente a los chavales que llevan el barco. Los barcos están sincronizados con el tren por lo que debes tener en cuenta a qué hora llega tu tren para coger el barco correspondiente. La conexión entre ambos, de nuevo, da tiempo de sobra así que no te preocupes.
Una vez en el tren, similar al que hizo el camino de ida, nos dejará en Bad Ischl (¿recuerdas que te dije que te quedaras con este nombre?). En este pueblecito, de gran inspiración alpina, tienes casi 50 minutos de transbordo por lo que, si es hora de comer, puedes acercarte hasta el centro. Nosotros, al ser domingo a mediodía, nos topamos con el mercado semanal tipo rastro y, si bien no nos paramos demasiado, parecía tener artículos interesantes… aunque, de nuevo, el precio espanta.
Aunque parezca mentira, no vimos ninguna cafetería por la calle principal, excepto una panadería así que, en una esquina y casi como una aparición, descubrimos un McDonald’s. Pedimos unos menús para llevar y, en caso de emergencia, comerlos en el bus aunque la rapidez con la que nos sirvieron nos permitió comerlos en la estación de bus. Y es que, la estación de tren y bus es la misma por lo que, si decidís quedaros en la cafetería, no tendréis que moveros en absoluto.
Aun así, yo os recomiendo que visitéis aunque sea un cuarto de hora este pueblecito ya que es extremadamente bonito, clásico, alpino y con una aparente oferta termal interesante.
Desde la estación de bus, pequeñita, sale el bus hacia Salzburgo. El número es el 150 y no tiene pérdida (aunque aparecen en las pantallas los horarios) ya que las rutas disponibles desde aquí son algo limitadas. El bus es como un urbano con 58 paradas por las montañas austríacas. Depende de tu actitud, podrás tomártelo como una faena o disfrutar de un paisaje donde destacan los valles verdes, casitas de cuento, grandes cuentos y hasta pasarás por estaciones de esquí con telecabinas que parecen rozar la parte superior del bus. Tras una hora y media larga, llegarás a la misma plaza donde está tanto la estación de bus de Salzburgo como, de nuevo, la de trenes. Lo dicho, los europeos entienden bien el tema de la intermodalidad.
Si quieres, puedes hacer tiempo en la ciudad y visitar la ciudad natal de Mozart. Tu billete de tren, como podrás comprobar, tiene una validez de 24 horas, y no aparece un horario específico (aunque tú lo hayas comprado para una hora determinada) por lo que, si quieres irte antes de Salzburgo o, por el contrario, quedarte una hora más, es posible. Esta flexibilidad te permite, como te digo, hacer una parada “técnica” en Salzburgo y descubrir esta ciudad que, en otra ocasión, sería más difícil de visitar.
Desde Salzburgo hasta Múnich volverás en un tren similar al de la ida y que, como os dije, en nuestro caso, debido a ser un domingo de tarde en pleno período navideño, estaba lleno, con gente de pie. Los asientos no están numerados y la sensación de agobio es bastante palpable. Debes tener en cuenta que ese mismo tren hace parada en Rosenheim y que, la parte trasera se queda ahí por lo que comprueba en las pantallas dentro de tu coche si indica solamente Rosenheim o Múnich vía Rosenheim. Si es el primer caso, bájate y vete hacia la parte delantera ya que, si no te das cuenta, te llevarás una desagradable sorpresa.
Espero que te haya servido esta entrada. Si tienes cualquier duda, no dudes preguntarme en el apartado Comentarios que encontrarás más abajo. Te dejo el enlace a la web de ferrocarriles alemanes, donde podrás comprar el billete de Alemania a Austria y el enlace para comprar la combinación tren + bus de Austria a Alemania.
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7 comentarios sobre “¿Cómo llegar de Múnich a Hallstatt? La forma más barata”