Dentro de la gira que nos hemos pegado por el norte de Europa, comenzamos en la segunda ciudad más grande de Alemania: Hamburgo. Nuestra estancia fue en el Crowne Plaza Hamburg, un hotel de cuatro estrellas. ¿Queréis saber qué tal estuvo? ¿Buena relación calidad-precio? ¿Céntrico? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!
¿Dónde se encuentra?
El Crowne Plaza Hamburg está situado muy cerca del centro de la ciudad alemana, a un kilómetro a pie de la estación de trenes. Aunque pueda parecer que esta distancia es mucho, en realidad llegar hasta el hotel desde ahí es un tranquilo paseo por el barrio multicultural de St. George. Esta zona cuenta con una animada vida nocturna, con calles empedradas y edificios de piedra (me ha recordado mucho a Ámsterdam) y con varios supermercados, tiendas, pizzerías, farmacias… es decir, aunque el hotel no esté en el centro, llegar hasta él no supone mayor dificultad. Además, y como opinión propia, el centro de Hamburgo no es tan llamativo y bonito como esta zona.
¿Qué tal las instalaciones?
El hotel no puede negar que es un hotel típicamente de congresos. Cuenta con varias salas de conferencias y, aunque por fuera no da esa sensación, es enorme. Cuenta con un enorme hall donde hay servicio de cafetería y restaurante, ubicándose la sala de desayunos en la primera planta.
La habitación estaba ubicada en la tercera planta de las siete con las que cuenta (como os digo, la primera es la zona de salas de reuniones y congresos).
El check-in fue muy rápido y con una agradable atención. Se nos comentó que, por semana, el desayuno se sirve de seis de la mañana hasta (solamente) las nueve y media. De hecho, tuvimos que preguntar de nuevo si el horario era correcto ya que eso implicaba tener que pegarse un buen madrugón. Entiendo que estamos en Europa y que, sin saberlo, es un hotel dedicado a congresistas y negocios, pero no es excusa para que los horarios del desayuno sean tan comprometidos; más viniendo de una cadena como es Crowne Plaza, con un tipo de cliente muy específico.
¿Al menos el desayuno merece la pena?
Volviendo a lo mismo, para ser un hotel de cuatro estrellas y pertenecer a una cadena de hoteles de gama alta, me ha parecido pobre. Tanto en la variedad como en la cantidad.
Nada más llegar a la zona de desayunos te atiende un chico que, con un carácter muy alemán, te permite el paso. En cambio, el personal que se encuentra en la sala sí que es de lo más agradable, preguntando si queríamos algún café más o un zumo.
En la isla principal te puedes encontrar diferentes tipos de panes así como mermeladas que, aunque a primera vista parezca que son seis diferentes, en realidad se reduce a tres. Asimismo, podéis encontrar yogures, croissants (si tienes suerte y reponen) así como unas mini-magdalenas deliciosas. Como curiosidad, tienen ensalada de carne (que a primera vista parece una ensaladilla rusa venida a menos) así como pescado asado. La zona de embutidos el primer día tenía jamón york, una especie de mortadela y lomo (el segundo día, y después de pasar varias veces, no habían repuesto). En cuanto a quesos, al margen de Gouda y Emmental, tienes en crema y con especias. Estaban buenos.
El café es muy bueno, cosa poco habitual en los hoteles siempre que no dispongan de marca Nespresso. Asimismo, cuenta con variedad de zumos pero todos artificiales (incluido el de naranja); este sería un detalle que, en otro hotel, pasaría por alto pero, de nuevo, un hotel de Crowne Plaza no puede tener ese tipo de “fallos”.
El servicio de comidas calientes se basa en cocina puramente alemana, con presencia de albóndigas (muy buenas) así como salchichas y champiñones. Si tienes suerte, puede que te lleves una ración de huevos revueltos.
¿Es que acaso no tiene variedad o calidad? No realmente pero tienen detalles que no son propios de este tipo de cadenas. El hotel cuenta con más de doscientas habitaciones y, aunque la sala es enorme, la cantidad servida en las islas no absorbe a toda la clienta, encontrando cosas sin reponer y vacías.
Háblame de la habitación
Si estás de suerte, como ha sido el caso, te darán una habitación de la zona renovada. El hotel se encuentra en estos momentos, septiembre 2019, en reformas por lo que una parte muestra una cara actual y moderna, con pasillos decorados en grises, con puertas de madera.
La habitación, enorme, apenas cuenta con un reducido espacio para dejar las cosas y, aunque dejan albornoz y zapatillas, solo lo hicieron para una persona. Cuenta, entre otros detalles, con agua de cortesía (que reponen al día siguiente) y cafetera Nespresso con cápsulas (que estas no las reponen) pero de marca blanca: café largo, café descafeinado y té.
Asimismo, junto a la cama, puedes encontrar una biblia del Nuevo Testamento (por si quieres coger el sueño rápido supongo) así como un pequeño sofá con mesa, a modo de salón. La decoración, en cambio, es exquisita, vanguardista y minimalista. La cama, con metro ochenta de ancho, permite dormir como un lirón después de patear Hamburgo.
¿Y el baño?
La verdad es que no es muy grande pero tiene todo lo necesario. La ducha es enorme y, aunque la mampara no cumple muy bien su función (sale el agua al mover los brazos) es cómoda. Los amenities son tres botes enormes de gel, champú y crema de cuerpo, con un agradable aroma a limón. Cuenta con otros paquetitos como un abrillantador de zapatos o un set compuesto por lima, toallita y bastoncitos. He echado de menos, en cambio, acondicionador (aunque reconozco que no lo usaría) así como cepillo de dientes.

¿Recomendarías ir? ¿Sale barato?
Pues por el precio de la noche, unos 105€ para dos personas incluyendo desayuno, me parece que se queda corto. Aunque la amabilidad del personal (no os olvidéis que los alemanes no son precisamente las personas más agradables del planeta) es alta y el hotel invita al descanso y tranquilidad, han tenido detalles que, si bien es cierto que en otro tipo de hoteles no serían importantes, en uno de estas características destacan mucho más.
Si no hubiese una opción más céntrico y al mejor precio, sin renunciar al confort, volvería pero, por lo que nos ha costado la estancia me imagino que habrá cosas mejores. Es solo cuestión de buscar bien.
¿Alguna vez has estado en un Crowne Plaza? ¿Has tenido una buena experiencia? ¿Mala, quizás? Cuéntamelo en el apartado Comentarios que encontrarás más abajo.
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2 comentarios sobre “Crowne Plaza Hamburgo | OPINIÓN”