Anteriormente os he dejado la entrada sobre la historia que hay detrás del Monasterio de Corias, hoy reconvertido en un fantástico Parador. En esta ocasión, os cuento mi experiencia en él. ¿Quereis conocer todos sus secretos? ¿Tiene buena relación calidad-precio? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

No he leído esa entrada que dices

No te preocupes, te la dejo por aquí. En ella os hablo un poco sobre la historia detrás del monasterio, curiosidades del mismo e historias que encierran estos pasillos. Como os comento, la restauración ha sido muy eficiente, conservando la esencia monacal del edificio sin perder calidad de cara a un tipo de turista muy concreto que es el que visita la red de Paradores. Por cierto, agradeceros la gran acogida que ha tenido esta entrada, más después de ser recomendada por la página oficial de Turismo Asturias. Millones de gracias.

Pero cuéntame tu experiencia…

¡Qué impaciente! Bueno, mi estancia en el Parador de Corias se redujo a una noche a finales de junio con motivo de una celebración familiar y la idea con la que compré el regalo era disfrutar de una ruta por el entorno del parque natural de Fuentes del Narcea (la Reserva de Muniellos no tenía disponibilidad ya para esas fechas) y, después, una sesión de spa así como la estancia propiamente dicha.

Después de la ruta, un poco aparatosa he de decir, llegamos a eso de las 16 al Parador. En recepción nos atendió una chica muy amable que nos organizó todo el check-in en apenas unos minutos. De hecho, tuvimos un problema con uno de los DNI y se solucionó  de manera eficaz, llegando a presentarse el propio director del hotel. Aprovecho para mandarle un saludo y felicitarle por la gestión del hotel.

Asimismo, nos informaron de los horarios del spa, que ya estaba reservado previamente, así como el horario de cenas en el restaurante del hotel, y el de desayunos. Se nos comentó, asimismo, la posibilidad de realizar la visita guiada al Parador, cosa que realizamos a la mañana siguiente.

Por último, nos dieron el ticket con la copa de bienvenida. Si quieres saber por qué, echa un vistazo a mi artículo sobre Amigos de Paradores.

Subimos a la habitación

Nuestra habitación se ubicaba en la primera planta. Sencillo y elegante es el detalle de las madreñas justo a la entrada de cada puerta. Con una decoración minimalista y cálida, nos dio la bienvenida un enorme hall diáfano con un armario enorme de madera oscura a mano derecha. Tengo que destacar el tamaño de la habitación ya que, a pesar de ser una triple, me parece que es una de las más grandes en las que nunca he estado. Como podéis ver en imágenes, tiene un encanto especial.

El colchón era sumamente cómodo (más después de una ruta, una sesión de spa y una cena copiosa), con varias almohadas muy suaves al tacto. Además, la habitación tenía unas bonitas vistas al pueblecito de Corias, al otro lado de la carretera y es que, aunque la carretera general estaba justo delante nuestro, la insonorización de la habitación no nos impidió dormir a pierna suelta.

¿Y el baño?

¡Perfecto para perderte! En sintonía con la habitación, era enorme. Destacan, como algo curioso, dos cosas: por un lado, el hecho de que el WC esté completamente separado de la zona de ducha y lavabo, con una puerta de vidrio templado, lo que da privacidad al mismo y permite que varias personas puedan estar haciendo uso del baño a la vez; y por otro lado, la posibilidad de escoger entre baño o ducha. La bañera no era de hidromasaje, ni mucho menos, pero también tenía un tamaño considerable.

La zona de lavabo contaba con secador así como espejo de aumento. Tenía los típicos amenities de cortesía: gel de ducha, champú, cepillo de dientes, crema hidratante… La única pega que pondría es que la calidad de los mismos, al menos del champú, no era precisamente buena ya que dejaba el pelo un poco acartonado. Tampoco es que suponga un problema para mí, sinceramente, pero reconozco que estando donde estamos todos los detalles deben estar calculados al milímetro.

¡Y nos vamos al spa!

Sí, pero sobre el spa os escribiré una entrada independiente para poder contaros con todo lujo de detalles qué tal fue y si merece pagar el precio que cuesta que, para Amigos de Paradores, asciende a unos 20€ por persona. Como adelanto, deciros que se ubica en el sótano del Parador, en el lugar donde se ubicaban las antiguas bodegas de los monjes. Hoy, las botellas de vidrio oscuro han dejado paso a chorros de gran potencia donde prima un ambiente de paz y sosiego.

Como crítica, destacar que los albornoces tenían roto la parte donde se atan, como si alguien lo hubiese arrancado. Si solo fuera uno no pasaría nada pero eran los tres por lo que me temo que ha sido decisión del centro quitar ese cordón. El problema está en que parecen viejos y descuidados.

Bueno, ¿y nos hablas del desayuno?

Los que me conocéis, o lleváis tiempo en este blog, os habréis dado cuenta que el desayuno es uno de las partes que más disfruto en los viajes. La tranquilidad de bajar de la habitación después de un sueño reparador y encontrarte con un buffet de calidad y sumamente variado no tiene precio. Desde platos calientes hasta platos fríos, destaca la gran variedad de productos asturianos que podréis encontrar, como queso Afuega´l pitu o chosco de Tineo (aunque siendo tan temprano no entre muy bien).

Aun así, debo decir que este ha sido uno de los mejores desayunos en los que he estado. No solo por la decoración de sala de desayunos así como por el excelente servicio del personal de Paradores sino porque la variedad de los productos ofrecidos llegaba hasta el nivel de disponer de champán. Diferentes mermeladas, zumo de naranja recién exprimido, fruta fresca, salchichas y tortilla; en el caso de que querer huevos revueltos, bacon o huevos benedictine (a destacar, ¡qué buenos!) solo debías pedirlo al personal y al instante te lo servían en mesa. Podría haber estado una hora encerrado en el salón pero no era cuestión de acabar en el ambulatorio por indigestión.

Después de desayunar, y como teníamos tiempo, hicimos la visita organizada por Paradores al monasterio. Una vez concluída solo tocaba hacer el check-out. Allí, de nuevo el amable personal de recepción, nos ofreció un ticket de descuento del 15% para comer en el restaurante del Parador, aunque declinamos la oferta ya que debíamos volver a casa.

Espectacular… ¿y caro?

La red de Paradores no es barata, eso lo sabemos todos. El pack relax que había cogido como regalo incluía tanto la noche en habitación triple, sesión de spa (2 horas) para cada uno así como desayuno buffet. El precio, si no recuerdo mal, estaba en el entorno de los 220€ que, como podéis imaginar, es algo alto teniendo en cuenta la zona. En cambio, dado el servicio que recibimos en todo momento así como la calidad y calidez del mismo puedo decir que es una buena inversión y que, aunque de primeras pueda no parecerlo, una buena relación calidad-precio. Además, recordad que a nosotros dos desayunos nos salieron gratis por pertenecer a Amigos de Paradores (el voucher indicaba que era hasta para tres personas si durmiesen en la misma habitación, cosa que ocurrió tal cual, pero en recepción solo me descontaron dos desayunos… cuando me di cuenta ya estábamos bastante lejos de Cangas de Narcea como para preguntar por los mismos).

Y tú, ¿conocías este Parador? ¿Sabías que en 2014 se alzó con el premio a Mejor Hotel no Urbano de España? Recuerda que puedes dejarme tu opinión o pregunta en el apartado Comentarios que verás más abajo.

Recuerda que las opiniones aquí vertidas son fruto de experiencias propias y, en ningún caso, objeto de promoción. Dado que el blog no tiene financiación externa, si estás pensado en realizar una escapada o quieres reservar un alojamiento con 15€ de descuento te dejo el enlace a mi código descuento en Booking con el que tú consigues esos 15€ de descuento y contribuyes al mantenimiento del blog. ¡Así de fácil!

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