Bienvenidos de nuevo, mochiler@s. En esta ocasión, quiero acercaros a uno de los municipios que forman la Comarca del Nora, en el corazón de Asturias: el concejo de Siero. Aunque actualmente acoge la cuarta ciudad más poblada de Asturias, La Pola, es una de las grandes olvidadas en materia de turismo de la región. ¿Significa esto que no tiene recursos suficientes para alzarse como municipio turístico? La coqueta parroquia de Valdesoto nos los demuestra. Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

¿Dónde se encuentra?

Valdesoto se encuentra a pocos kilómetros al sur de la capital del municipio, cogiendo la carretera SI-8 o SI-16. Para acercarte a la zona puedes hacerlo en vehículo propio (una de las ventajas de Siero es su buena conectividad con el resto de la región) así como por tren (en este caso, línea FEVE la cual da bastantes dolores de cabeza y cuyas frecuencias, por desgracia en la mayoría de casos, no se cumplen).

¿Qué podemos ver?

Vamos a comenzar nuestra visita en la iglesia de San Félix, la iglesia de Valdesoto. Llama la atención sin duda su color anaranjado en contraste con los verdes valles, y más aún, su estilo arquitectónico. De estilo ecléctico, y rematado con cruces, fue construida en el siglo XVIII pero restaurada tras la Guerra Civil. Acoge además el mausoleo de la familia del Marqués de Canillejas, popular noble en la comarca.

Relacionado con esta familia, el Palacio del Marqués de Canillejas, ubicado a las afueras del pueblo. Enorme edificio de estilo historicista y también construido en el siglo XVIII, teniendo que destacar sus imponentes jardines románticos. Por este, y otros motivos, está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). En la actualidad, el conocido como Palacio de Valdesoto, acoge eventos como bodas y comuniones. ¿Una última curiosidad? La abuela de Gaspar Melchor de Jovellanos, ilustre gijonés, estaba relacionada con este palacio.

Otro uso totalmente diferente es el que recibe hoy en día el Palacio de Leceñes. Con vistas a todo el valle de Valdesoto, hoy en día es una residencia para la tercera edad, y fue construido también el siglo XVIII. Sin irnos de Leceñes, nos encontramos con la Casona de Leceñes, conjunto arquitéctonico de finales del siglo XVIII ejemplo de casona hidalga que cuenta con una panera y un pajar. Destaca su uso durante el mes de junio para celebrar el evento Valdesotu d’ Antañu: mercado que nos transporta a cómo era la vida en este entorno a principios del siglo XX. La edición de 2018 no se pudo celebrar por motivos de organización pero espero que sí se haga durante este 2019 ya que recuerdo que era un espacio muy bonito, con multitud de puestos de artesanía y juegos tradicionales para los peques, con el telón de fondo de esta impresionante casona asturiana.

Podría seguir recomendado sitios y sitios, como capillas, otras casonas que no se conservan tan bien (por desgracia) así como multitud de lugares pintorescos pero creo que debéis conocerlos por vosotr@s mism@s ya que este valle, aunque en un primer momento no lo parezca, tiene mucho que ofrecer.

Tengo hambre después de tanto pateo

Aunque de precio moderado aunque gran calidad, te puedo recomendar que te acerques a Casa Telva. Este restaurante pertenece al club de calidad gastronómica Mesas de Asturias, sello que atestiguaba el buen hacer de sus platos y la calidad en lo que hoy llamamos slow-food. Hace mucho años me acerqué a degustar algunos de sus platos y puedo decir que recuerdo que su fabada estaba buenísima, aunque lo que os digo… precios un poco altos para lo que acostumbro a comentaros en el blog. Eso sí, un día es un día y habrá que darse un homenaje.

¿Y no puedo hacer algo diferente?

Si vienes en enero, y en concreto el siguiente domingo al 6 de enero, Valdesoto es conocida por las Mascaradas de Invierno. Sidros y Comedies es el título que lleva esta fiesta, recuperada en 2004 por un grupo de jóvenes de Valdesoto que quiso traer de vuelta parte de la esencia y el folclore asturiano. Con un éxito que aumenta cada año, hoy en día llega a retransmitirse en directo a través de la Radio Televisión del Principado (RTPA) y se basa en las comedias antiguas con personajes como el cura, el diablo y las aldeanas. Estos guirrios, aquí como conocidos como sidros, pintan su cara de colores llamativos y se visten con lana de oveja mientras su misión es atormentar a los vecinos sin parar de brincar. Diversión y entretenimiento para toda la familia con la picardía como pareja.

Además, en los últimos años, la agenda cultural de Valdesoto ha ido en aumento gracias a un importante tejido asociativo. Es por ello que a lo largo del año tienen lugar otros mercados, citas y encuentros como competiciones de coches clásicos y hasta concursos de pintura rápida. Sin duda, ejemplos de que la parroquia es buena merecedora del título Pueblo Ejemplar que concede la Fundación Princesa de Asturias.

Mención especial a las fiestas y romerías que, tras la hoguera de San Juan y hasta más allá del Día de Asturias (8 de septiembre), jalonan la pedanía durante los meses de verano.

¿Y qué me dices de los pueblecitos?

Valdesoto no se entenderían sin otros pueblecitos de alrededor como Faes, Leceñes, Negales, Tiroco y Llorianes. De coquetas casas tradicionales asturianas y bosques autóctonos (aquí no hay sitio para los eucaliptos), es una pena que en los últimos meses la tranquilidad de estos vecinos se vaya a ver perturbada por el proyecto faraónico que supone la construcción de un circuito de motocross a apenas 400 metros de las viviendas. Se situaría en el marco de una cantera pero, desde mi punto de vista, no entiendo que la hipotética recuperación de ese espacio se haga con un proyecto que, a mi juicio, va a empeorar la calidad del suelo, aguas y el entorno. No se puede intentar recuperar un espacio degrandándolo aún mas.

Estoy seguro que los vecinos alzarán su voz para mantener el valle tal y como lo conocemos, y sabrán dinamizar, como han hecho hasta ahora, las posibilidades con las que cuenta sin necesidad de destruir el entorno y la convivencia. Puede que el circuito sea otro revulsivo para la comarca pero en un lugar donde no afecte e incomode.

¿Y un día de ruta?

Valdesoto cuenta con una ruta de pequeño recorrido, la PR.AS.202, que consta de dos partes totalmente diferenciadas hacia el oeste y el este y que, en su totalidad, son casi quince kilómetros. Ambas salen de la parroquia, por lo que una buena opción es dejar el coche en el propio parking de la iglesia. Es una fantástica idea para los amantes de la bici ya que la mayor parte del camino es asfalto o grava, y se hace un recorrido muy completo al valle.

Espero que os haya gustado esta nueva entrada y que me comentéis si conocías las mascaradas de invierno, habéis estado en Casa Telva o si estabais al tanto del proyecto del motocross. Hacérmelo saber a través del apartado Comentarios. Gracias a Vive Valdesoto  por servirme de referencia para los datos más técnicos.

Recuerda que las opiniones aquí vertidas son fruto de experiencias propias y, en ningún caso, objeto de promoción. Si quieres conocer mi postura acerca del turismo en la era post-COVID te animo a hacer click aquí.

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