Mochila de Cromo

Keukenhof, el mayor botánico de tulipanes del mundo, ¿merece la pena?

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Buenas mochiler@s. Después de varias entradas sobre Ámsterdam, hoy toca hablar sobre uno de los mayores reclamos con los que cuenta Holanda: Keukenhof. ¿Por qué? Pues porque se trata del mayor botánico de tulipanes del mundo. ¿Lo conocemos juntos?

He decidido escribiros sobre Keukenhof precisamente hoy, 5 de Mayo, porque es el Día de la Madre en España (festividad muy a menudo relacionada con las flores) pero también porque hoy es una fecha especial en Holanda: el Día de la Libertad. Tal día como hoy, los holandeses celebran la capitulación de la Alemania nazi, lo que supuso el fin de la Segunda Guerra Mundial (aunque en el resto del mundo aún tardaría). Para conmemorar esta efeméride, los holandeses salen a las calles con multitud de eventos y, entre las cosas tradicionales, está la visita a Keukenhof: el mayor botánico de tulipanes del mundo que, como no podría ser de otra forma, se encuentra en el país de los molinos, el queso y los zuecos.

¿Pero dónde está exactamente?

Si te escapas unos días a Ámsterdam no pienses que esté botánico se encuentra en las cercanías de la capital holandesa ya que está a unos 20 kilómetros, en los alrededores del aeropuerto de Schipol, cerca de la localidad de Lisse.

Puedes ir por tu cuenta partiendo de la estación central de Ámsterdam,  pero es bastante lioso y, aunque el transporte público holandés es envidiable, no está precisamente bien conectado. Por ello, yo te recomendaría que fueras con una visita guiada la cual puede incluir o no guía en el propio parque.

En mi caso, y aprovechando una oferta conjunta desde la web de holland.com que incluía el tour por la campiña holandesa, reservé la visita que incluía bus ida y vuelta desde el centro de recepción de Visit Holland (al otro lado de la estación central, es necesario coger el ferry gratuito) y que te permitía ir tranquilamente por el parque sin la necesidad de ir con un guía que, desde mi punto de vista, limitaría un poco la experiencia ya que considero que es un lugar para pasear y hacer multitud de fotos.

Suena bien, cuéntame qué puedo ver

Antes comentarte que, en realidad, este botánico solo abre unos meses al año, coincidiendo con la floración de los tulipanes. En 2019, por ejemplo, estará abierto desde finales de marzo hasta el domingo 19 de mayo, desde las 8 de la mañana (nunca había visto un museo/lugar de interés que abriese tan pronto) hasta las 19:30.

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Tulipanes en Keukenhof (foto propia)

Os recomiendo que vayáis lo antes posible dado que a determinadas horas se llena y el personal cierra, literalmente, la entrada, por lo que vuestro viaje hasta allí puede haber sido en vano.

Pero os comento un poco que podéis encontraros dentro. Al tener las entradas compradas puedes dirigirte directamente hacia los tornos donde te validan los tickets y te reciben varias mujeres vestidas con los trajes tradicionales y cientos de tulipanes. Asimismo, hay varias cestas donde poder coger un mapa del botánico.

Aunque hay varios pabellones para los días de lluvia, con especial mención a uno que tiene una exposición sobre el Flower Power, temática de 2019, he de decir que visto uno, vistos todos, ya que no hay apenas diferencias entre ellos.

Asimismo, cuenta con varios lagos donde poder pasear, por ejemplo, por encima de unos troncos, lo cual resulta de lo más curioso (siempre que tengas posibilidad de mantenerte en el tronco más de un minuto sin que te pase nadie por detrás… os sorprenderá la cantidad de visitantes que hay en este jardín).

Para los mas peques, y no tan peques, hay una pequeña granja con algunos cerdos y una adorable familia de cabras. Me parece genial que se acerque la naturaleza a los peques pero debo reconocer que los animales parecían bastante estresados con todo ese jaleo y la gente intentando coger y dar de comer a los, por ejemplo, pequeños cabritos. Una pena.

Pequeña granja en el interior (foto propia)

Los más aventureros pueden adentrarse en el laberinto. Es una atracción divertida que tiene como recompensa un claro desde donde podéis subir a una pequeña torre de madera para contemplar el botánico y comprobar cómo de fácil o difícil es dicho laberinto. ¡No vale ayudar a los que aún están abajo!

Pero, ¿dónde están los enormes campos de tulipanes con el molino al fondo?

¿Verdad que te ha venido esa imagen de postal a la cabeza? Pues siento decirte que no será en Keukenhof donde los encuentres. Yo mismo estaba esperando volver a España con esas espectaculares fotos que directamente nos trasladan a Holanda pero, aquí, no hay.

No por ello significa que el sitio, por si mismo, no sea interesante y bonito. Pero debo ser sincero: la entrada completa (incluyendo transporte) es de 36€ y, visto algún pabellón y varios rincones pintorescos con el marco de los tulipanes de fondo, visto todo. De hecho, mi idea era pasar prácticamente todo el día en el botánico y la visita apenas superó las dos horas.

El exceso de aforo, por otro lado, resta muchísimo a la experiencia, creando una atmósfera sobresaturada que hace que, más que disfrutar de una mañana en la naturaleza pudiendo sacar preciosas fotos, tengas que estar esquivando autobuses y autobuses de turistas (hago mención especial al turista asiático… bastante peculiar, lo siento).

Bueno… ¿y sitios para tomar algo?

Sin olvidarte que estás en Holanda, un país ya de por si caro, Keukenhof no es precisamente el mejor sitio para el terraceo. De hecho, existen algunas cafeterías a lo largo del parque con exactamente el mismo menú y, a su vez, varios puestos de comida rápida repartidos por varios rincones donde puedes escoger, literalmente, entre un perrito caliente (que no recuerdo el precio) o botellas de agua a 2€. No es este un lugar para Mochila de Cromo, sin duda.

Entonces, ¿qué hago? ¿voy o no?

Desde mi punto de vista, merece la pena siempre y cuando sepas a lo que vas y tengas una idea clara sobre que esto no es una campiña donde hacer esas fotos que, como os decía, todos tenemos en mente.

Es un botánico que abre tres meses al año y que, sin negar el trabajo que hay detrás para su conservación, es una trampa para turistas que, como tú y yo, vienen movidos por la curiosidad de conocer algo más acerca de las flores más típicas holandesas (que por cierto, tienen su origen en Turquía). En cambio, si te apasiona la botánica, este lugar te parecerá increíble.

El precio me parece algo desorbitado pero, por suerte, he cogido la excursión más barata ya que no os recomiendo que piquéis con la multitud de tiendas de experiencias que os encontrareis por el centro de Ámsterdam donde, solo la excursión a Keukenhof, tiene un precio que ronda los 50€ (y esto sí me parece aprovecharse de los turistas).

¿Es, por tanto, un fraude? Quizás esta sobredimensionado pero reconozco que, dado la temporalidad del parque y que es algo sumamente típico, no dejaría de ir. Con paciencia, y sin esperar grandes cosas, podréis pasar una mañana diferente entre tanto tulipán… o sino al menos os llevaréis una foto con los animales de la mini-granja que os comentaba.

Os recuerdo que Mochila de Cromo es un blog totalmente libre por lo que las opiniones aquí vertidas no están sujetas a promoción alguna ya que, dado el caso, se indicaría. Si además necesitas alojamiento en Ámsterdam te dejo este link sobre el Q-Factory Hotel, donde me hospedé.

Pabellón Flower Power (foto propia)

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