Hola de nuevo, mochileros. Después de un tiempo en el que me ha sido prácticamente imposible ponerme al día con el blog, vuelvo para hablaros un poco de mi experiencia en la capital alemana… Berlín! Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos, ya!
Antes de comenzar aprovecho a comentaros que Mochila de Cromo ya tiene canal en YouTube donde ahora mismo podéis ver un capitulo sobre las Navidades en Berlín, y otro sobre el campo de concentración de Sachsenhausen… prometo que haré post de todo esto!
Vamos con el hotel…
Vamos, vamos. El hotel que escogí para mi pequeña escapada fue el Metropolitan Hotel Berlin, un hotel que desde Booking se veía bastante y parecía que estaba más o menos en el centro. Si habéis estado en Berlín os daréis cuenta que el concepto “centro” es bastante ambiguo porque esta ciudad, por razones obvias, tiene varios “centros” o, más bien, puntos turísticos. 
El hotel está situado en la parte Oeste, la antigua parte capitalista y apenas a 4 minutos a pie de la estación de cercanías del zoo, lo que os conectará perfectamente tanto con otros “centros” (estación central incluida) así como con el aeropuerto Schonefeld (donde llegan la mayoría de vuelos low-cost ahora mismo y que, en un futuro cercano, pretende convertirse en el aeropuerto Berlín-Bradenburgo)
Asimismo, el hotel está situado en una calle muy muy tranquila al lado de una avenida donde sí es cierto que hay más tráfico, pero también bares y restaurantes. Es una zona que aunque de noche no tenga gran vida, da la sensación de ser segura. Por otro lado, el centro comercial más grande de Europa, el KaDeWe, está situado apenas unas manzanas de este hotel.
¿Y qué tal las habitaciones?
El edificio es bastante antiguo aunque está bien conservado. Lo extraño, que no por ello malo, es que tiene muchos pasillos por lo que las habitaciones están un poco raras distribuidas.
En sí, la habitación me pareció cómoda y algo acogedora, pero nada para echar cohetes. El armario es lo bastante grande para dos, y tanto el colchón como las sábanas son suaves y perfectas para descansar después de un largo día pateando todo Berlín. 
La sorpresa es el baño. Es pequeñito, es cierto, pero tenía un techo súper alto y estaba totalmente reformado. Además, disponía de gel y champú de una marca que, aunque no era precisamente conocida, olía genial y te dejaba un olor por el cuerpo durante todo el día muy agradable.
¿Desayuno incluido?
Pues sí. Y algo que cada vez es menos habitual. El desayuno estaba incluido dentro de la tarifa y era tipo buffet. No os voy a engañar que he desayunado en sitios mejores pero comparando los precios de este tipo de desayunos en otros sitios, y teniendo en cuenta el precio total de la estancia, me parece que está de sobra. 
¿Algo más que destacar?
Realmente poco más. El servicio tanto del personal de desayunos como de recepción ha sido bueno, y nos permitieron dejar las maletas una vez hecho nuestro check-out. Considero que es un hotel perfecto si tu intención es moverte por todo Berlín y no solo las típicas atracciones como la Puerta de Brandenburgo o la Alexanderplatz, aunque tendrás que utilizar sí o sí el metro. Al estar al lado de la parada del Zoo, tiene buenas comunicaciones con el aeropuerto y otros puntos de los alrededores de Berlín.
Si volviera a Berlín, buscaría disponibilidad en este hotel sin dudarlo. ¿El precio? Bueno, mi viaje fue a finales de Noviembre aprovechando una oferta de Ryanair con vuelos a 10€… pero claro, yo hice mi reserva en Agosto. No es algo habitual pero no es un hotel que tenga unos precios excesivos y, los hoteles de alrededor, son todos de gama alta con precios que perfectamente duplican al de este.
Lo dicho, un hotel bueno, bonito y barato… dentro de la filosofía de Mochila de Cromo.
Nos vemos por redes sociales; Facebook (Mochila de Cromo) y también el canal de YouTube (@mochiladecromo). Espero que os haya gustado la entrada y espero escribiros lo más pronto posible. Nos leemos!!