Opinión | Aquaxana Centro Eco-Termal (Oviedo)

Hola de nuevo, mochileros. En esta ocasión, nuestra Mochila de Cromo vuelve a uno de los valles más bonitos y singulares que tiene Oviedo, Asturias. En este caso, nos ponemos el albornoz y sacamos la toalla porque toca irse de balneario, y en concreto, al famoso Centro Eco-Termal Aquaxana, perteneciente al Balneario de Las Caldas. ¿Me acompañas? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ya!

Vuelta al Valle de Las Caldas

Anteriormente ya hemos hablado del valle de Las Caldas, muy cerca de la capital asturiana y que es, en si mismo, un punto de interés turístico más allá de las propias posibilidades que ofrece el balneario. Para no repetirme, os animo a que echéis un vistazo a la entrada sobre el Valle de Las Caldas.

En esta ocasión toca entrar al famoso (y afamado) balneario, centro indiscutible del valle. Comentaros que realmente el complejo dos instalaciones balnearias: una sería el propio balneario, conocido como El Manantial, y la otra alternativa sería el Centro Eco-Termal Aquaxana. ¿Cuál es la diferencia? El Manantial está enclavado en el antiguo edificio histórico y sus aguas son las propias termales, con las características propiedades minero-medicinales que tienen estos baños a la sombra de la Sierra del Aramo. El precio de la entrada es algo más caro que en Aquaxana y, en este recinto, no se permite la entrada a menores; por desgracia, aún no he probado esta zona del balneario, pero prometo ir algún día.

¿Pero qué es Aquaxana?

Como os digo, un centro en un enclave único que combina las propiedades del agua junto a las sensaciones aportadas por la combinación de luz, sonido y naturaleza, todo ello aportando calma, relajación y una experiencia fantástica. Inspirado en el Panteón de Roma, es un edificio que no os dejará indiferente tanto por dentro como por fuera.

El centro cuenta con varias plantas y, como curiosidad, la entrada al edificio está al otro lado del balneario. Tras pasar la recepción, y dejar tus cosas en los vestuarios, accedes bajo tierra a lo que es en sí este centro termal. Debo hacer una reseña de los vestuarios y es que, aunque limpios y cómodos, son algo pequeños cuando hay demasiado volumen de gente. Además, como pega, no cuentan con secadores de pelo, cosa que puede echarse en falta.

Volviendo al centro, cuenta con varias piscinas tanto interiores como exteriores. Destaca, sin duda, su cúpula, donde a ciertas horas hay un espectáculo de luz y sonido. En mi caso, fue varias veces, y sin duda destaca más por la tarde-noche, donde se crea una atmósfera mágica. En cambio, las tardes (y más los fines de semana) suele estar muy concurrido por lo que relajarse es algo más difícil. La piscina interior, conectada a través de una pequeña puerta al exterior, permite contemplar la naturaleza y el entorno del valle disfrutando del agua caliente y la hidroterapia… ni os imagináis como “presta”, como decimos en Asturias.

Además, cuenta con otra piscina totalmente exterior, climatizada, donde es habitual encontrar clases de aquagym y que, asimismo, dispone de varias tumbonas para tomar el sol. Está claro que si vais en invierno debéis pasar el mal trago de salir de una piscina a otra, pero seguro merece la pena.

¿Sólo hay piscinas?

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Claro que no. El centro además cuenta, en la planta superior, con varias terrazas panorámicas que son tanto interiores como exteriores. Además, justo encima de las piscinas, disponéis de tumbonas calientes donde descansar. Por otro lado, tiene una zona de contrastes donde no podía faltar el baño turco (tamaño medio, pueden entrar más de una docena de personas sin problema y el vapor es abundante) así como una sauna totalmente panorámica que, quizás, sea otra de las joyas de este centro termal. Como curiosidad comentaros que justo en el pequeño patio donde se ubica esta sauna, encontrareis una pequeña poza fría (en invierno, aún más) cuyo agua emana desde una de las bañeras originales del balneario histórico. Sin duda, una perfecta simbiosis entre historia y modernidad.

Los más atrevidos pueden acabar el circuito entrando en las diferentes duchas de contrastes donde, desde diferentes puntos, y de forma nebulizada, sale agua a diferentes temperaturas.

¿Merece la pena?

Claro!! Aquaxana cuenta con un aparcamiento que, salvo festivos o sábado por la tarde, permite dejar el coche sin problemas. Como ya os dije, quizás mejoraría un poquito los vestuarios, intentando dar un ambiente un poco más cálido y con pequeños detalles que pueden hacer que la experiencia sea aún mejor.

El centro ha ido mejorando desde su inauguración. Tanto las camas de agua como los diferentes asientos y demás funcionan  a la perfección, con una cantidad adecuada si el aforo es más o menos de la mitad (repito que los sábados o festivos tiene una ocupación alta); además, la presión es buena y realmente puedes relajarte sin problemas.

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Vistas desde la terraza panorámica (Foto propia)

Pero carísimo… ¿no?

Hombre, barato barato, no es; pero no es el capricho más caro que te puedes dar en Oviedo. Las tarifas en Aquaxana varían en función de la época del año y el horario al que accedas. Así, en otoño o invierno, si vas por la mañana, el precio de la entrada es de 14€ mientras que, de tarde, son 16€. En verano, en plena temporada alta, el precio de la entrada es de 25€.

Existe la opción de disfrutar del termalismo nocturno: los sábados, de 22 a 1, Aquaxana abre sus puertas para poder relajarse a la luz de la luna, disfrutando de las piscinas mientras escuchas los característicos ruidos de la noche de los bosques cercanos. En mi caso, tampoco he podido ir nunca a esta hora, pero estoy seguro que merece la pena. El precio para estas sesiones es de 28€.

¿Qué incluye? Sea cuál sea el precio de la entrada, tienes dos horas y media para disfrutar a tus anchas de todas las instalaciones: piscinas, sauna, baño turco, terrazas… Si te pasas un poco no te preocupes, hay un pequeño margen por si te has despistado con la hora ( ¿a quién no le ha pasado cuando estás tan relajado?) pero es cierto que cobran una pequeña tarifa a partir de la media hora de exceso.

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Toca darse un capricho

¡Voy cogiendo el albornoz!

Realmente, necesitas solo bañador, chanclas y una toalla. No es necesario gorro de baño, aunque recomendable, ni tampoco hace falta el albornoz, aunque te lo recomiendo. Es mucho más cómodo ir por las diferentes estancias con él ya que sino, de otra forma, vas a pasar frío y hacer que la experiencia no sea óptima. Si no cuentas con uno, no te preocupes, ya que el centro alquila (aunque desconozco el precio).

Como veis, algo diferente para hacer a 10 minutos en coche de Oviedo. Cuenta con acceso también en autobús urbano y está sumamente bien comunicado. Además, el entorno merece la pena como os he comentado en el otro post, siendo una opción perfecta para una escapada de día tanto para familias como para parejas. De vez en cuando hay que darse un capricho!!

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Clase de Aquagym (foto propia)