Opinión | Balneario de Panticosa

Vuelta de una pequeña escapada, y en este caso, haciendo algo por primera vez. Y es que ya lo decía Grahan Greene, viajar permite huir de la rutina diaria. Así que esta vez, la Mochila de Cromo se va de balneario al Pirineo oscense. Recoge tus cosas, ponte el albornoz porque comenzamos… ya!

¿Un balneario? Eso es de ricos

El Balneario de Panticosa, en el Pirineo de Huesca, tuvo mucha fama en la última parte del siglo XX, convirtiéndose en zona de descanso y lujo para la burguesía aragonesa y catalana durante el siglo XIX. Tras años de abandono y cierta especulación inmobiliaria, hoy en día el balneario de Baños de Panticosa intenta recobrar el esplendor de lo que algún día fue.

Para llegar hasta aquí, en este caso viniendo del Cantábrico, te recomiendo ir dirección Vitoria/Pamplona y de ahí, por la A-21, la Autovía de los Pirineos, hasta Jaca. He de comentarte que la autovía se encuentra, en parte, en construcción, por lo que se alterna autovía con carretera nacional.

Una vez llegas a Jaca, y atravesándola, tienes que dirigirte dirección Biescas, hacia el Valle de Tena. De aquí en adelante no hay pérdida, dados los continuos carteles turísticos e informativos que te aclaran lo importante de cada pequeño pueblo que atraviesas. A unos 20 minutos, y tras pasar el pueblo de Panticosa, llegas a Baños de Panticosa, población donde casi en exclusiva, se encuentra el balneario.vista-panoramica-resortAsombra las opiniones que he leído acerca de lo mala que es la carretera. Obviamente, entiendo que en invierno la situación se vuelve mucho más peligrosa por el riesgo de avalanchas, pero ni de largo, en verano, es una carretera complicada con curvas peligrosas o similar. Para alguien de Asturias, una carretera de montaña (ancha) más…

¿Y arriba que hay?

Como te decía, casi en exclusiva, las instalaciones del verano. El Balneario de Panticosa se vende como un resort, donde pasar todo el día y haciendo que no sea necesario bajar al pueblo en absoluto… todo previo pago, claro. Allí puedes encontrar desde varios restaurantes, tienda de souvenirs, alquiler de bicis o incluso, alquiler de botes para estar un rato paleando por el lago que se encuentra nada más llegar, el ibón de Baños. Además, y casi como algo obvio, el resort cuenta con varios spas que se alimentan de los hasta cinco manantiales que rodean todo el complejo, destacando el más grande, el manantial de Tiberio que alimenta las termas que llevan su nombre; de este centro, os hablaré en profundidad en otro post.

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Detalle del hotel Continental I (foto propia)

Pero el hotel, ¿qué tal?

Vamos por partes: os hablaré de las habitaciones. La sensación una vez llegas al centro es que todo ha tenido un pasado glorioso hace años y que, aunque con muchísimo potencial, tiene todo cierto aire decadente. Aún así, todo este tipo de detalles se solapan por el buen trato del personal, que sin duda es consciente de la situación, pero intenta que tu estancia sea lo más agradable posible.

Una vez llegas a recepción no sabes realmente que parte del resort te va a tocar. El centro cuenta con dos hoteles: el Gran Hotel y el Hotel Continental, obra de Moneo. En mi caso, nos tocó el hotel Continental I, el situado a la derecha una vez llegas, y que por cierto, es el más bonito en cuanto a arquitectura. La habitación, ubicada en la segunda planta, tenía (por suerte) vistas al pequeño (y caudaloso) río que baja por la vertiente este del antiguo circo glaciar, con imponentes vistas a las cascadas y a los picos de más de 3000 metros que asoman en lo alto.

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Habitación (foto propia)

En sí la habitación era correcta para un cuatro estrellas, pero como os digo, faltan los detalles acordes a un hotel de tal categoría. Me sorprendió que el minibar estuviera encendido pero vacío, así como la falta de enchufes a lo largo de la habitación para recargar cámara, móvil y demás a la vez, y no por partes. Las camas eran realmente cómodas, con una habitación amplia y cálida, de decoración vanguardista pero cuidada.

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Detalle del baño (foto propia)

 El baño es sin duda la joya de la habitación. Grande y diáfano, está dividido con compartimentos acristalados que permiten dar luz, sin perder la privacidad. Me sorprendió, pero no tan gratamente, la falta de amenities acordes al hotel, como podría ser un kit dental, crema, kit de afeitado… son detalles que como os digo, restan calidad poco a poco a lo que debería ser un resort de lujo y relax (que es como realmente lo venden).

¿Desayunamos?

Volvemos a lo mismo, y no me cansaré de decirlo en esta reseña, los desayunos son correctos y están muy bien… pero siguen faltando detalles para poder calificarlos como desayunos de un hotel de cuatro estrellas. Aun así, podréis encontrar multitud de sugerencias tanto frías como calientes: embutidos, queso, tomate y lechuga por si os animáis a un bocata mañanero, huevos revueltos, variedad de salchichas y beicon. No puede faltar la bollería con croissants, mini-magdalenas de chocolate y pequeños pasteles de canela con pasas.restaurantes-en-panticosa-06

Realmente es un desayuno rico y abundante para un día de montaña o simplemente de relax por las instalaciones, pero ya os digo que esperas un plus que nunca acaba de llegar.

¿Y cenamos?

En mi caso, iba con régimen de alojamiento y desayuno pero, y como os contaré más adelante, la pobre oferta alternativa de sitios para comer, cenar o tomar algo en el entorno hizo que finalmente cogiera las cenas en el hotel.

En mi caso, fueron tres cenas en el buffet (mismo buffet que el de los desayunos) del hotel Continental I, a un precio de 19.5€ sin incluir bebidas (agua a 2.5€ la botella y, que por cierto, es el agua del manantial de Panticosa). El precio de los peques es de 11€ algo caro desde mi punto de vista ya que realmente no van a dar uso al buffet más allá de fritos y postres.

El menú cambia todas las noches, aunque mantienen alguna cosa como el surtido de quesos y patés, la fruta de temporada (manzanas y naranjas básicamente) y la estructura de varios primeros, dos platos de pescado y dos platos de carne. Además, suelen ofrecer unos cuatro o cinco postres diferentes.

Realmente, no es comida casera que se haya hecho con cierto mimo, pero está rica y algo sabrosa. Perfecta para coger fuerzas después de un duro día en el monte… o un también día duro descansando al sol en el entorno del lago (por qué no?).

Si el precio os parece caro, comentaros que en toda la zona del Valle del Tena los precios por una cena para dos, a la carta, pueden oscilar entre los 40-50€, por lo que realmente puede ser una opción abundante y “barata” que os ahorra bajar hasta Panticosa y subir de noche la carretera, aunque os repito que la carretera en sí no tiene complicación.

¿Y qué se puede hacer en el hotel?

El hotel ofrece, me imagino que de cara a la temporada de esquí, diferentes actividades así como sala de lectura y televisión para el descanso de los huéspedes. Cuenta con hasta tres restaurantes (el buffet, un restaurante a la carta y un restaurante italiano) y dos bares. He de reseñar que ha sido una pena, en pleno sábado noche, que el bar del lobby solo tuviera una persona como camarero, lo que supuso una larga cola de hasta casi media hora para tomar una copa; entiendo que por semana, o incluso el viernes, con tan solo un camarero se pueda dar un buen servicio, pero no un sábado cuando el hotel, y en palabras propias del personal, tenía una alta ocupación.

Además, en el entorno, el resort cuenta con un casino, que desconozco si está operativo aunque por fuera está bastante bien conservado, así como actividades para realizar en el lago como puede ser el alquiler de un pequeño bote o bicicletas.

En el entorno del balneario, existen varias rutas de esquí de fondo que, en verano, sirven para hacer un pequeño y ameno paseo, con preciosas vistas y permitiendo contemplar las cascadas muy de cerca.

Y obviamente, al tratarse de un balneario, no puede faltar la alternativa de los baños. Si bien el resort cuenta con hasta tres espacios termales, destacan las Termas de Tiberio. En este caso, os hablaré de mi experiencia en ellas en otro post, más detalladamente.termas-tiberio

Entonces, ¿merece la pena?

Pues aunque os he comentado que faltan detalles para poder decir que te encuentras en un balneario o resort acorde a la categoría que indica, es cierto que el hotel está bien, es cómodo y el trato del personal es sin duda el principal activo que posee el centro.

Sin duda, una opción económica y perfecta para una escapada romántica o en pareja, donde disfrutar no solo de los beneficios del agua sino, también, del entorno y de todo el Valle de Tena que, sin duda, no os dejará indiferentes.

¿Has estado en Panticosa? ¿esquiando por la zona? ¿conoces el balneario y quieres dejar tu opinión? Puedes escribir más abajo y como siempre, nos leemos!

4 comentarios sobre “Opinión | Balneario de Panticosa

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