¿Con ganas de una escapada a Asturias? ¿Eres asturiano y te apetece pasar un día perfecto en la montaña? Montes nevados, bosques de acebos, fauna salvaje, atardeceres para el recuerdo… Continúa leyendo y descubrirás uno de los puntos más bonitos (y poco conocidos) de Asturias: el Parque Natural de Redes, y su joya, la Vega de Brañagallones. Cálzate tus botas porque comenzamos… ¡ya!

Ya empiezas con cosas raras…

Puede. Brañagallones es un antiguo círculo, o circo, glaciar ubicado en la parte alta del Parque Natural de Redes, en el concejo de Caso (Asturias). A poco kilómetros de la frontera con la provincia de León, este precioso mirador se ha convertido en la insignia (o quizás una de las más conocidas) con las que cuenta este parque natural, poco visitado aún y, por desgracia, poco conocido por los propios asturianos.

¿Cómo se llega?

Simplemente necesitas, si vienes de Oviedo, Avilés o Gijón (incluyendo Galicia o Cantabria), tomar la Autovía Minera y tomar la salida hacia La Felguera y Pola de Laviana, en el denominado corredor del Nalón. Sin ningún tipo de pérdida, en plena AS-254 y tras pasar los dos embalses que dominan el lugar, llegarás a la capital de Caso, Campo de Caso, donde la carretera pierde calidad (precaución).

A unos 10 km de Campo de Caso, dirección Puerto de Tarna, se encuentra el pueblo de Bezanes, desde donde parte la ruta que lleva a este precioso paraje.

Si, por el contrario, llegas desde la provincia de León, simplemente debes descender el puerto, pasando los pueblos de Tarna, La Foz y, seguidamente, Bezanes. Existe un amplio aparcamiento tanto para vehículos como autobuses a la entrada del pueblo, así como carteles indicando la duración estimada y dificultad de la ruta.

Ya, pero me refería a cómo llego hasta ahí

¡Ah! Llegar hasta la Vega de Brañagallones se puede hacer tanto a pie como en vehículo. Pero no, no en tu vehículo. Existe un servicio de 4×4 que actúan como taxis lanzaderas desde Bezanes hasta la Vega, con unos precios que oscilan los 10-15€ persona, aunque esto mejor lo consultáis en la web de Brañagallones 4×4. Si tienes vértigo, o cierto respeto por las alturas, no te recomienda esta opción: existen zonas muy escarpadas que, si bien los caminantes pasan sin problema, pueden agobiar a los turistas que van en vehículos privados.

¿Y el nombre? Braña…

…gallones! O la Vega de los gallones. Así es como se les conoce también a los urogallos y  es que, el Parque Natural de Redes cuenta, en la actualidad, con los últimos ejemplares de esta especie amenazada.

Durante el ascenso, prolongado y suave, veréis una panorámica única del entorno del valle del Río Monasterio, contemplaréis colmenas, cabañas pintorescas y hasta os podréis refrescar en una de las dos fuentes existentes a lo largo de los 12km de ruta.

Apta para cicloturistas, se recomienda hacerla temprano en los meses calurosos.

Y una vez arriba, ¿ya está?

Para nada!! Brañagallones esconde muchos secretos. Lo primero es que cuenta con un refugio de montaña abierto todo el año. Hace años, dicho refugio de caza se convirtió en un hotel de lujo que, sin perder su esencia, hoy se ha renovado como un auténtico refugio de montaña de estilo alpino. Refréscate o toma un tentempié para reponer fuerzas, disfrutando de la mejor gastronomía local, antes de continuar tu periplo. O no, disfruta de una taza de café mientras observas las cumbres, justo enfrente, nevadas y oyes los ruidos del bosque ( ¿Has oído lobos a lo lejos?).

Y es que, toda la crestería que rodea el círculo glaciar, merece la pena. En ella se encuentra el Cantu del Oso, de 1800 m de altitud, cuyo balcón, en caída libre, permite observar los Picos de Europa y todo el conjunto de Redes.

Partiendo desde la Vega, se encuentra la ruta que lleva a la Peña del Viento, de 2000m de altitud y dificultad media, que sirve como frontera natural con la provincia de León y que culmina en las proximidades de la Estación de Esquí de San Isidro, ya en León.

Es posible visitar, además, tanto la Cueva de Valdebezón, formación geológica donde nace el río Monasterio, o el Lago de Ubales.

Parece que está bien…

Sin duda! Brañagallones esconde muchísimas sorpresas. Te recomiendo que vengas con tiempo para poder empaparte de todo lo que Brañagallones puede ofrecerte; aquí, el tiempo se detiene. Es un punto de partida perfecto para realizar rutas donde contemplar vistas panorámicas únicas, cuevas y lagos de gran belleza.

Con un refugio de montaña muy cuidado, es el plan idóneo para un fin de semana diferente, a buen precio, y para todo aquel que disfrute de la montaña poco transitada. Podeis consultar la disponibilidad en su propia web, desde donde se hacen las reservas, así como consultar el estado de la pista y de la vega a través de Instagram.

Si a la bajada buscas un restaurante bueno, bonito y barato, te animo a que leas mi entrada sobre Casa Zulima en Caleao. Si, por el contrario, quieres ir abriendo boca, te dejo mi reseña sobre el documental 100 días de soledad, rodado en los montes del parque.

Espero que, como siempre, os ayude para conocer una zona bastante poco frecuente en los circuitos turísticos habituales de la región, y que os acerquéis hasta este precioso entorno a conocerlo. ¿Conoces Redes? ¿Habías oído de Brañagallones anteriormente? Sabes que estoy encantado de leeros en el apartado Comentarios, o puedes enviarme un mensaje en Contacto.

Recuerda que las opiniones aquí vertidas son fruto de experiencias propias y, en ningún caso, objeto de promoción. Dado que el blog no tiene financiación externa, si estás pensado en realizar una escapada o quieres reservar un alojamiento con 15€ de descuento te dejo el enlace a mi código descuento en Booking con el que tú consigues esos 15€ de descuento y contribuyes al mantenimiento del blog. ¡Así de fácil!

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(*) Entrada original de Marzo 2018. Actualizada en Junio 2019.