Restaurante Castañón en Quintes (Asturias)

Ubicado en el precioso pueblo de Quintes, a pocos kilómetros de Gijón, el restaurante – merendero Castañón se ubica en un local con solera, convertido en referencia tanto para los parroquianos de la zona como para quienes quieren disfrutar de su agradable merendero con una buena sidra de la zona acompañado de abundantes raciones y platos tradicionales de la gastronomía asturiana. ¿Quieres conocer nuestra experiencia? Recoge tu Mochila de Cromo porque comenzamos… ¡ya!

Años y años lleva el restaurante Castañón ubicado en el local junto a los antiguos llagares de Sidra Castañón, hoy ubicados en unas modernas instalaciones visibles desde la autovía que conecta Gijón con el oriente de Asturias.

Si los muros de esta casa de comidas hablasen contarían anécdotas sobre quienes, en los años 70 y 80, encontraron un oasis de paz y tranquilidad en esta coqueta aldea de Les Mariñes, en Villaviciosa, y que pronto se convirtió en un espacio de chalets y casonas restauradas como segunda vivienda.

Referencia para «picar» algo después de un día de playa

Su ubicación, a escaso kilómetro y medio de la playa España (conocida por sus famosas olas), con dos aparcamientos (tanto delante del merendero como junto al restaurante) hacen que sea parada casi obligatoria tras un día de sol y playa.

Al disponer de tres espacios muy diferenciados, como son el salón interior, la terraza y el propio merendero, hace que el bar se convierta en un espacio polivalente donde, sea cual sea tu presupuesto, puedes disfrutar de un agradable rato con familia o amigos.

Sin duda, os recomendamos que disfrutéis de su terraza o su merendero, donde no sólo podréis maridar las raciones de pulpo a la gallega, croquetas caseras o patatas tres salsas con fresca sidra de Denominación de Origen Protegida sino que, además, quienes vayáis con peques, tendréis un espacio para que se diviertan correteando entre las mesas de piedra y hormigón, las cuales, si hablasen, contarían multitud de anécdotas y confidencias desde el origen del bar, a manos de la conocida y querida Jovita, que hoy en día ha pasado a manos de Rubén y Magdalena.

Raciones perfectas para compartir

Destaca Castañón por ser un bar ideal para ir con amigos o familiares ya que su carta se basa en las raciones donde podemos encontrar, con buena relación calidad – precio, productos locales y muy típicos de los merenderos, como los calamares o la tortilla de patata (casera).

Nosotros hemos ido varias veces, casi por tradición familiar, y casi siempre tomamos algunas raciones para compartir. Así, en nuestra última visita, decidimos compartir una ración de calamares (sabrosos, con el rebozado justo y abundantes) así como una ración de croquetas (son caseras, de jamón y tienen un empanado único que no he encontrado en otro lugar y que me transporta a los veranos en la casa de la playa).

Hoy en día, y teniendo en cuenta la cantidad de turistas que visitan estos lares, la carta de Castañón se ha actualizado acorde a los gustos y tendencias que imperan. Como no podía ser de otra manera, aquí encontraréis cachopo, si os apetece probarlo. Es bastante grande, ideal para compartir (más si pedís un primero delante) y viene acompañado de sus patatas.

Otro imprescindible de Castañón es su entrecot, que lo podéis pedir al gusto. Es un buen trozo de carne de primera calidad, jugosa y tierna, acompañado con su ración de patatas y un pimiento asado, aunque quizás no lo recomendaría para compartir si sois fartones como nosotros (de buen comer).

Entre los postres, tenemos desde los helados y tartas, hasta postres tradicionales y caseros como el arroz con leche, uno de los mejores que he probado y que tiene el punto justo de limón y anís (no os creáis, no es fácil encontrar la mezcla y el punto justo).

El festival de les llámpares

En los últimos años, el Festival de les llámpares (que no lapas) se ha convertido en un revulsivo turístico para los restaurantes participantes de la zona. De siempre son conocidos los pedreros de la zona de Les Mariñes, con rocas donde encontrar llámpares de primerísima calidad que se cocinan o bien solas, o bien en arroz o hasta fabes. El festival gastronómico suele tener lugar a comienzos de la primavera y es una buena oportunidad para probar este manjar cantábrico en formas de presentación tan inusuales como os hemos comentado.

¿Y es caro?

Depende un poco de qué queráis pedir y de si vais a comer o cenar con platos para compartir o bien decidís pedir un plato único por comensal. Aunque no hemos hecho foto a la carta, si que podemos hablar de memoria de algunos precios, como la tortilla de patata a 10€, el entrecot y el cachopo a 18€ cada uno o los calamares, a unos 15€ (si no recuerdo mal).

No nos parece nada caro, dado que en la zona no abundan los restaurantes o bares, destacando uno en la propia plaza de la iglesia o bien, ya a las afueras de Quintes, la Venta La Esperanza, del cual ya os hemos hablado en el blog y que también os recomendamos, sin duda.

A nosotros nos gusta su merendero al anochecer, las raciones son abundantes y el ambiente nos transporta a las noches de verano y calor. Además, el trato del servicio es insuperable y tanto Rubén como Magdalena saben cómo tratar a sus clientes con cariño y una sonrisa, haciéndote sentir como en casa. ¡Un imprescindible en la mariña maliaya!

Y vosotr@s, ¿conocías el bar Castañón de Quintes? ¿Habéis estado por la zona y queréis dejarnos algún comentario? ¿Sabías que es tradición comer llámpares en la zona? Os leemos, siempre, en el apartado Comentarios que encontrareis más abajo. Esta entrada es fruto de nuestra propia experiencia a lo largo de las numerosas visitas a este restaurante y, en ningún caso, objeto de publicidad encubierta.

¿Buscando planes por la zona? Acércate a descubrir la ría de Villaviciosa o vive la experiencia de recolectar tus propios frutos rojos aquí. No te pierdas, también, la floración del manzano a mediados de primavera.

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